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lunes, 25 de julio de 2011

"LESA HUMANIDAD II: para unos si...para otros no "...Sobre los dichos del juez federal Rafecas Daniel

CARTA ABIERTA AL JUEZ FEDERAL DR. DANIEL RAFECAS


Estimado Dr. Daniel Rafecas:


Escuché atentamente su discurso del 18 de Julio de 2011, pronunciado en ocasión de recordar un nuevo aniversario del atentado contra la AMIA. Luego de escucharlo, y reflexionar sobre su contenido, me brota desde mis convicciones republicanas la necesidad de hacer algunas consideraciones que creo necesarias.

Ese discurso ha sido políticamente correcto, moralmente insuficiente e intelectualmente cobarde.

En dos sentidos políticamente correcto. En el buen sentido de la expresión, desde que en lo que refiere al atentado en sí no hay una sola frase que no pueda ser refrendada por cualquier ciudadano de bien; pero esa corrección política se torna negativa, en todo el sentido peyorativo de la etiqueta, cuando -complaciente con el relato falseado de la historia que intenta oficializar el kirchnerismo- alude a los años de plomo con una liviandad que no condice con la buena altura intelectual que se reconoce al disertante.

Moralmente insuficiente porque planteando su perplejidad frente al “mal absoluto”, elude responder a fondo su propia pregunta sobre cómo pudo haber sido humanamente posible. La noción del bien y del mal, mi respetado Doctor Rafecas, es puramente una creación humana, por eso es que tanto las más gratificantes demostraciones de bondad, como las más mortificantes demostraciones de maldad, son humanamente posibles; tanto en pueblos como en individuos. De allí que hablar de “mal absoluto” conlleva tomar excesiva distancia, la necesaria para quedarse en la comodidad del desentendido, como si aquellos quienes –eventualmente, según el momento histórico- protagonizaran hechos de barbarie fueran monstruos incomprensibles o seres de otros mundos. Resulta hasta peligroso hablar de “mal absoluto”, porque negando la humanidad de los malditos se corre el riesgo de caer en los mismos horrores que Usted y yo condenamos; esos que el bondadoso humano justificaría diciendo, como tantas veces hasta aquí: “si al fin de cuentas ellos no son humanos”.

Intelectualmente cobarde si se entiende que el pensamiento (particularmente el de un Juez de la Nación) debe ser crítico, inmune a los dictados del poder, -aunque la Presidente de la Nación se encuentre entre el auditorio- y porque no puede reclamarse memoria consolidando evidentes olvidos. Cuando alguien honestamente se pregunta cómo han sido posibles las salvajadas de la represión ilegal en la Argentina, una respuesta igual de honesta debe contemplar lo que el relato en boga insiste en silenciar. Eso que Ud. llama “mal absoluto” no fue aquí patrimonio exclusivo de los militares y sus cómplices; el Vesubio y otras barbaridades dieron apenas otra vuelta en la espiral de odio que antes del golpe alimentaron las organizaciones guerrilleras. Entre las “cárceles del pueblo” y los centros clandestinos no hay diferencia conceptual, únicamente de disponibilidad de recursos. El mismo “mal absoluto” que mató a 84 personas en la AMIA el 18 de Julio de 1994, había matado a 23 personas y herido a otras 60 mediante la bomba de Montoneros que estalló el 2 de Julio de 1976 en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal. Una fue más fuerte que la otra, pero iguales en la lógica del terror y el desprecio por la vida. Del mismo modo, entre el asesino de alguno de los adolescentes a los que Ud. aludió en su discurso, y el asesino que puso su bomba en manos de Adriana Komblihtt el 31 de Marzo de 1977, día en que cumplía 16 años, y la mandó a atentar contra una Comisaría, donde murió al explotarle el artefacto, no hay diferencia de moral ni de maldad.

Sobre sus omisiones, que a todas luces no son obra del descuido, cabe entender que su retórica de no cesar en la búsqueda de justicia y castigo a todos los culpables no incluye a todos los crímenes. Ello tal como lo sostiene la corriente de pensamiento hoy predominante en el país, que excusa lo actuado por las organizaciones guerrilleras al negarles la categoría de crímenes de lesa humanidad porque tales delitos solo podrían ser cometidos por fuerzas estatales. Pues bien, aún en ese caso, están más que documentados los vínculos de la guerrilla con el interés del Estado de la Cuba castrista por exportar su modelo dictatorial, con absoluta afinidad ideológica en el caso del ERP, y grotescamente en el caso de Montoneros, organización que además de haber dominado estructuras estatales argentinas durante el gobierno de Cámpora estableció su comandancia militar en La Habana entre 1978 y 1982. Montoneros, acaso traicionando su origen, terminó siendo bien pronto parte del aparato paraestatal de la dictadura castrista, de la cual recibieron instrucción, apoyo, logística y también órdenes. Piénsese en Rodolfo Walsh, quien antes de ser Jefe de Inteligencia de Montoneros ya era agente de la inteligencia cubana, súmese a ello que parte del dinero obtenido como rescate por el secuestro de los hermanos Born (en el que Walsh actuó como interrogador) fue depositado en Cuba, que no era exactamente un paraíso financiero, y se tienen elementos como para dudar de la "independencia" de Montoneros; duda que desaparece rendida ante la confirmación con esos cuatro años de la "Comandancia" de la Orga establecida en La Habana.

Ya para terminar, Dr. Rafecas, quiero decirle que así como no creo en la existencia del "mal absoluto", tampoco creo que sea posible una "justicia absoluta", me conformo pues con una justicia posible, contextualizada y memoriosa. Así es loable su llamado a incorporar contenidos educativos para mantener la memoria de la AMIA entre las nuevas generaciones, pero esa memoria, como la Justicia, no debe ser parcial ni puesta al servicio del rédito político. Dudo mucho que sea intención del Ministro Sileoni, en tanto parte de un Gobierno que falsea la historia reciente, contribuir a ese objetivo.

Sin otro particular, le saludo cordialmente.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López
"LESA HUMANIDAD  II: para unos si...para otros no "...Sobre los dichos del juez federal Rafecas Daniel, resulta que es delito de lesa  humanidad para el atentado a la AMIA y delitos comunes para los atentados terroristas cometidos por Montoneros, ERP y otros asesinos de igual calaña, donde secuestraron,  torturaron y asesinaron sin piedad a niños, civiles y hombres valientes de todas las fuerzas...Acaso esos muertos no entran en su estùpida conciencia??....Comentado y publicado por Miguel...

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