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lunes, 1 de agosto de 2011

NOTICIAS DE LA GUERRA "...Ana María González, asesina terrorista...Símbolo de una traición...




Brutal asesinato del General Cardozo

SÍMBOLO DE LA TRAICIÓN Y EL CRIMEN.

Esta joven de apariencia inocente fue una brutal asesina.
La organización montoneros (si, los hijos de las Madres de Plaza de Mayo, los Firmenich, y que fueron los padres de algunos jóvenes revoltosos que se hacen llamar HIJOS), le dio la misión de asesinar al Jefe de la Policía Federal, general Cardozo.
Ana Maria González, se hizo muy amiga de la hija del general, que confiada, le brindó el acceso a su hogar.
Así, ellas estudiaban juntas y charlarían los temas típicos de las adolescentes.
Pero Ana María González, tenía en mente preparar el atentado. Y lo Hizo. Luego, publicó cómo lo hizo. Realmente terrible. Una tarde que estaba sola con la la hija del general, le dijo que iba al baño, y se metió en la habitación del general Cardozo. Debajo del colchón puso la bomba.
Más tarde -relató luego la asesina-, volvió a esa habitación para cambiarla de lugar, y ponerla más cerca de la cabecera de la cama.
Era una bomba que se activaría con un resorte cuando el general Cardozo se acostara.
Y esa noche, el general Cardozo, perdería la vida.
Ningún organismo de Derechos Humanos, se preocupa por este asesinato del terrorismo.
Fotos del Cuerpo asesinado del General Cardozo y estado en que quedó el dormitorio luego que estallara la bomba colocada por la asesina terrorista.

Cesáreo Ángel Cardozo



















Su homicidio

El 18 de junio de 1976 una compañera de estudios del Instituto de Lenguas Vivas y amiga de una hija, que frecuentaba su casa, Ana María González, de 18 años de edad, colocó una bomba de 700 gramos de trotyl bajo el colchón de la cama de Cardozo que al estallar le causó la muerte así como heridas a su esposa Susana Beatriz Rivas Espora.

Repercusiones

El atentado contra Cardozo, considerado el tercer hombre de importancia en la lucha contra la guerrilla, tuvo cobertura internacional1 y nacional. El diario La Nación en su editorial del 19 de junio de 1976 titulado “Crimen y traición” se refirió al hecho desde el punto de vista de la traición “una palabra tremenda, que bajo cualquier circunstancia resume la mayor descalificación posible de que pueda ser moralmente objetó una persona. La traición convierte en alguien despreciable al autor del más leve de los delitos, y cuando la traición es vehículo del crimen, ya nadie duda que se ha descendido al más ruin de los comportamientos humanos”.2 Por su parte la nota editorial del Buenos Aires Herald que reprodujo La Opinión del 20 de junio titulada “El crimen más detestable” afirma que
“fue el crimen más detestable pero fácil y sin riesgos para aquellos que colocaron la bomba en manos de esa joven chica”, advierte que “no debe permitirse que el terrorismo pueda triunfar en esto. Por eso debemos evitar el caer en su trampa actuando de manera exagerada y sin pensar. Los fines que persigue la subversión no son solamente aterrorizar, sino también suscitar la represión indiscriminada, con el objeto, según las esperanzas de los terroristas, de debilitar el apoyo que la población confiere a las fuerzas armadas.” (…) “Debemos tratar que nuestra ira no nuble nuestra inteligencia, haciendo que nuestra respuesta sea templada como el acero; enérgica, pero flexible. Pero recordemos que todos estamos involucrados en esta lucha. Nuestra fuerza es nuestra decencia. Su debilidad es su vileza. Nuestra defensa, basada en los altos valores y las más nobles tradiciones de nuestra sociedad, puede ser inexpugnable.”2

La investigación

La autora del homicidio Ana María González era hija de un médico que trabajaba en el Hospital de San Fernando. Al acudir la policía a su domicilio comprobaron que tanto ella como su hermano de 21 años y sus padres lo habían abandonado y cinco días después del hecho la casa fue volada con explosivos por personas desconocidas.3
El 16 de agosto de 1976 la revista Cambio 16 publicó un reportaje en el cual González y el dirigente de Montoneros Horacio Mendizábal dieron detalles del hecho. Afirmaron que, con conocimiento de sus superiores, la joven se había acercado a la hija de Cardozo y había captado su amistad. Señaló que un mes después había sido detenida por la policía cuando concurría a una cita pero fue dejada en libertad cuando invocó su relación con la familia Cardozo. Aprovechó que era recibida en el domicilio del Jefe de Policía para introducirse en su dormitorio con un pretexto y dejar la bomba armada. Imputó a Cardozo “el secuestro, tortura y muerte de decenas de compañeros”.4
El 4 de enero de 1977 a las 10,30 horas, mientras integraba un grupo que realizaba un control de tránsito próximo a la fábrica Chrysler en San Justo, provincia de Buenos Aires, el soldado conscripto Guillermo Félix Dimitri fue muerto a balazos efectuados desde un coche que se desplazaba a alta velocidad ocupado por Ana María González y dos hombres. Las fuerzas de seguridad repelieron la agresión e hirieron seriamente a uno de los hombres y a la joven,5 que falleció horas después en un refugio de la organización y su cuerpo fue cremado por sus compañeros.6

Notas

Esto sucedía en argentina, estos eran los " jóvenes idealistas " hoy pretendiendo ser " pobres víctimas ", así traicionaban, así asesinaban, así pretendian poner de rodillas a nuestro país, estos que hoy se rasgan las vestiduras y gimotéan por los estrados judiciales en busca de tu plata, no eran otra cosa que miserables asesinos...Miguel...

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