Antonio Cafiero, al declarar en la causa “Larrabure”, reconoció que durante los años 1973/1976 las organizaciones guerrilleras realizaron un ataque sistemático a la población civil para imponer un plan criminal.
El reconocimiento es de vital importancia pues dicho ataque constituye uno de los elementos tipificantes de los crímenes de lesa humanidad, según lo estableciera, en la causa “TADIC”, el Tribunal Internacional para la ex Yugoeslavia.
Admitió que de haber triunfado la guerrilla, Argentina hubiera sufrido la dictadura del proletariado recomendada por Lenin para instaurar, mediante la violencia contra los opositores, una dictadura marxista. Reveló que John Cooke tuvo una marcada influencia en la guerrilla, instruyéndose en Cuba respecto a las técnicas para su desarrollo y uso de armas y recibiendo contingentes de argentinos que viajaban a ese país para recibir la misma instrucción. “Hubo una estrategia denominada “entrismo”, que consistía en que estas organizaciones guerrilleras trataban de penetrar en los cuadros políticos y gremialistas del partido peronista”. Dijo que la guerrilla luego de la asunción de Cámpora incrementó su poder de fuego, decidiendo intensificar la lucha armada. Las organizaciones guerrilleras -enfatizó, admitiendo la inserción de la guerrilla en el Estado- ocuparon puestos claves en los gobiernos de Héctor Cámpora y J. D. Perón; siendo “efectivamente un factor de poder muy importante. Diputados deben haber sido treinta y pico. Estimando groseramente que deben haber sido unos quince gobernadores”. Perón, luego de la masacre de Ezeiza -dijo-, intentó “denunciar a los enemigos embozados, encubiertos y disimulados”, advirtiéndoles “que debían cesar en sus intentos porque cuando los pueblos agotan su paciencia hacen tronar el escarmiento”. Confesó que el párrafo de ese discurso que dice: “la inoperancia en los momentos que tenemos que vivir es un crimen de lesa patria”, deducía que estaba dirigido a Cámpora. ¿Cómo fue la relación entre Cámpora y Perón luego de los hechos de Ezeiza?- le pregunté: “Cámpora dejó de ser el tío el hombre leal para pasar a ser un hombre peligroso”, renunciando al poco tiempo.
Dijo que los Montoneros asesinaron a José Ignacio Rucci con el propósito de quebrar la voluntad de Perón, y que también asesinaron al sacerdote Carlos Mugica quien, quince días antes de su muerte, lo entrevistó para confiarle que había sido amenazado por los montoneros cuando se apartó de los caminos violentos.
¿Qué hubiera hecho la guerrilla con los niños cuando el odio de clase se desplegase, se le preguntó, leyéndole palabras de Miguel Bonasso contenidas en el documento “Ante la crisis del partido” (“Cuando ese odio se exprese a nivel masivo pasará lo que tenga que pasar, pero serán las masas las que lo decidan y ejecuten”) y los considerandos del decreto 1368/74 que, al decretar el estado de sitio, alude a la necesidad imperiosa de “erradicar expresiones de una barbarie patológica que se ha desatado como forma de un plan terrorista aleve y criminal contra la Nación toda”, llegando al extremo de amenazar a niños en edad escolar…- contestando Cafiero: “Si hay un rasgo que distinguió a la guerrilla es su falta de humanidad”.
En relación al ataque del ERP al regimiento de Azul, ocurrido en enero de 1974, dijo que la imputación de Perón en su discurso al país: “No es por casualidad que estas acciones se produzcan en determinadas jurisdicciones: es indudable que ello obedece a una impunidad en que la desaprensión e incapacidad lo hace posible. Por lo que sería aún peor si mediara como se sospecha una tolerancia culposa”, estaban referidas a lo que acontecía en la provincia de Buenos Aires, gobernada por Oscar Bidegain que renunció luego del discurso.
“Cuando Perón veía que atacaban cuarteles y militares eso le sonaba que era el preludio de atacar directamente la existencia misma de la República”- concluyó.
Dr. Javier Vigo Leguizamón
Apoderado de Arturo Larrabure
* Declaración de Cafiero (pdf)
las organizaciones guerrilleras realizaron un ataque sistemático a la población civil para imponer un plan criminal. Son palabras de Antonio Cafiero...Un polìtico que viviò la època de la guerra...¿lo sabìas?...Comentado y publicado por Miguel...
El reconocimiento es de vital importancia pues dicho ataque constituye uno de los elementos tipificantes de los crímenes de lesa humanidad, según lo estableciera, en la causa “TADIC”, el Tribunal Internacional para la ex Yugoeslavia.
Admitió que de haber triunfado la guerrilla, Argentina hubiera sufrido la dictadura del proletariado recomendada por Lenin para instaurar, mediante la violencia contra los opositores, una dictadura marxista. Reveló que John Cooke tuvo una marcada influencia en la guerrilla, instruyéndose en Cuba respecto a las técnicas para su desarrollo y uso de armas y recibiendo contingentes de argentinos que viajaban a ese país para recibir la misma instrucción. “Hubo una estrategia denominada “entrismo”, que consistía en que estas organizaciones guerrilleras trataban de penetrar en los cuadros políticos y gremialistas del partido peronista”. Dijo que la guerrilla luego de la asunción de Cámpora incrementó su poder de fuego, decidiendo intensificar la lucha armada. Las organizaciones guerrilleras -enfatizó, admitiendo la inserción de la guerrilla en el Estado- ocuparon puestos claves en los gobiernos de Héctor Cámpora y J. D. Perón; siendo “efectivamente un factor de poder muy importante. Diputados deben haber sido treinta y pico. Estimando groseramente que deben haber sido unos quince gobernadores”. Perón, luego de la masacre de Ezeiza -dijo-, intentó “denunciar a los enemigos embozados, encubiertos y disimulados”, advirtiéndoles “que debían cesar en sus intentos porque cuando los pueblos agotan su paciencia hacen tronar el escarmiento”. Confesó que el párrafo de ese discurso que dice: “la inoperancia en los momentos que tenemos que vivir es un crimen de lesa patria”, deducía que estaba dirigido a Cámpora. ¿Cómo fue la relación entre Cámpora y Perón luego de los hechos de Ezeiza?- le pregunté: “Cámpora dejó de ser el tío el hombre leal para pasar a ser un hombre peligroso”, renunciando al poco tiempo.
Dijo que los Montoneros asesinaron a José Ignacio Rucci con el propósito de quebrar la voluntad de Perón, y que también asesinaron al sacerdote Carlos Mugica quien, quince días antes de su muerte, lo entrevistó para confiarle que había sido amenazado por los montoneros cuando se apartó de los caminos violentos.
¿Qué hubiera hecho la guerrilla con los niños cuando el odio de clase se desplegase, se le preguntó, leyéndole palabras de Miguel Bonasso contenidas en el documento “Ante la crisis del partido” (“Cuando ese odio se exprese a nivel masivo pasará lo que tenga que pasar, pero serán las masas las que lo decidan y ejecuten”) y los considerandos del decreto 1368/74 que, al decretar el estado de sitio, alude a la necesidad imperiosa de “erradicar expresiones de una barbarie patológica que se ha desatado como forma de un plan terrorista aleve y criminal contra la Nación toda”, llegando al extremo de amenazar a niños en edad escolar…- contestando Cafiero: “Si hay un rasgo que distinguió a la guerrilla es su falta de humanidad”.
En relación al ataque del ERP al regimiento de Azul, ocurrido en enero de 1974, dijo que la imputación de Perón en su discurso al país: “No es por casualidad que estas acciones se produzcan en determinadas jurisdicciones: es indudable que ello obedece a una impunidad en que la desaprensión e incapacidad lo hace posible. Por lo que sería aún peor si mediara como se sospecha una tolerancia culposa”, estaban referidas a lo que acontecía en la provincia de Buenos Aires, gobernada por Oscar Bidegain que renunció luego del discurso.
“Cuando Perón veía que atacaban cuarteles y militares eso le sonaba que era el preludio de atacar directamente la existencia misma de la República”- concluyó.
Dr. Javier Vigo Leguizamón
Apoderado de Arturo Larrabure
* Declaración de Cafiero (pdf)
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