Denuncia contra el embajador Martín Balza
El embajador Balza
no es una persona digna de crédito, siempre actuó buscando un beneficio
personal… inclusive cuando hizo una aparición ¿sorpresiva? en el programa Tiempo Nuevo, el día 29 de mayo de 1995,
conducido por el periodista Bernardo Neustad.
Podemos afirmar que la República Argentina es la primera
víctima del terrorismo que no reconoce su situación de tal, fue atacada por el
terrorismo internacional en un intento de “infiltrarse
en el patio trasero de América”, dentro del contexto de la guerra fría.
Cuyas consecuencias aún está pagando gran parte del mundo y entre ellos nosotros.
Nos vimos envueltos, por decisiones foráneas, en un conflicto de baja
intensidad para impedir un conflicto nuclear en la pelea por el poder mundial.
El embajador que se haga cargo de sus mentiras, los
acusados de “lesa humanidad” que se sean sometidos
al verdadero derecho, no al “diseñado a
medida de la venganza montonera”. El soldado que delinquió por cuenta
propia, deberá ser juzgado de acuerdo al delito cometido. Las Fuerzas Armadas,
de Seguridad, Policiales y del cualquier otro organismo estatal que haya
combatido el terrorismo deberán ser exculpadas de todos los delitos erróneamente
imputados y el estado –sus representantes-
hacerse cargo de las órdenes impartidas oportunamente.
Como dijo el Tata
Yofre “fuimos todos”, nadie puede
lanzar la primera piedra… todos cometimos el pecado de la violencia. Argentinos
es hora de reflexión, concordia y unión… caso contrario seremos víctimas una
vez más.
Funcionaria del Gobierno Nacional denuncia
al General Balza, Embajador del propio Gobierno en Colombia
abril 15, 2012
By Informador Público
La delegada
nacional en Neuquén de la secretaría de Derechos Humanos elevará la
solicitud de investigar acusaciones contra el General Martín Balza al
organismo nacional que representa.
La situación ha pasado prácticamente desapercibida a
nivel nacional por la multiplicación de otras situaciones que tapan la gravedad
que implica que, un embajador argentino, que lleva 9 años ocupando una embajada
durante los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, sea ahora denunciado
por quemar documentación durante la dictadura respecto a dos centros
clandestinos de detención.
Hay quienes incluso afirman que la denuncia de Beatriz Gentile (delegada oficial en
Neuquén de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación) está siendo
funcional a sectores del Ejército que siempre señalaron que Balza se hacía el desentendido sobre
los acontecimientos de la represión ilegal, siendo que había tenido
participación en esta y que solo no era investigado por su relación con el
matrimonio presidencial. También hay quienes señalan que acusar a Balza es una estrategia de defensa de
imputados detenidos que puede multiplicarse señalizando a miembros de las FFAA
que nunca aceptaron los modos de represión indiscriminada y los delitos de lesa
humanidad, para afectar incluso a varios de los actuales Generales en
actividad.
Lo cierto es que; la delegada de Nación en Neuquén de la
secretaría de Derechos Humanos, Beatriz
Gentile, adelantó que elevará a la secretaría nacional las acusaciones en
contra de Martín Balza de que mandó
a quemar documentación durante la dictadura y que supo del funcionamiento de al
menos dos centros clandestinos de detención, “para que se lo investigue y para cruzar información” con otros
antecedentes.
La acusación la hizo el coronel (R) Jorge Molina Ezcurra al declarar como imputado en el
juicio de “La Escuelita” II que se hace en Neuquén por delitos de
lesa humanidad.
Gentile opinó que las declaraciones de Molina Ezcurra son “importantes
porque modificó su estrategia de no
reconocer que había un plan sistemático, de no reconocer que había centros
clandestinos y desaparecidos. Esta vez dejó en claro que sí los hubo”,
reafirmó. E indicó que si bien era un imputado que estaba desplegando su
estrategia de defensa, “nos pareció
importante esta aceptación implícita de que fueron responsables de este plan
sistemático en Argentina”.
“Pareciera que (Molina Ezcurra) escupiera un montón de información, pero habrá que
investigar”,
advirtió Gentile.
Destacó igualmente la postura “de alguien que se siente responsable” y que está “denunciando hasta sus cómplices en el
delito” y sostuvo que esta estrategia defensista del imputado es “un avance” respecto a la postura
anterior de negar la existencia de un plan sistemático de exterminio.
La secretaría de Derechos Humanos es querellante en
distintos juicios penales en los que se debaten los crímenes del terrorismo de
estado.
Al pedido de opinión sobre las declaraciones de Molina Ezcurra, a través de sus
colaboradores la ministra de Gobierno,
Educación y Justicia, Zulma Reina,
de quien depende la subsecretaría de Derechos Humanos, optó por el silencio.
Victoria López, directora de Derechos Humanos del
municipio capitalino, dijo que “está
claro que si bien hay que lograr una condena judicial a los responsables del
terrorismo de estado, ya hay una condena social. Esta actitud -de Molina Ezcurra- pareciera ser un
intento de escapar de sus responsabilidades”. Y añadió que “de todos modos dio datos importantes a
evaluar y además puede ayudar a otros hablen y salgan más cosas a la luz. Ojalá
que sea así”.
Para Oscar Ragni,
de la Corriente por los Derechos Humanos, “no
es raro lo que dijo, pero aunque ya lo sabíamos es un indicio de que han
empezado a cortarse los eslabones de esa cadena de sangre que hicieron en algún
momento”.
Agregó que “después
de 30 años eso se ha roto, porque si bien ellos dicen que siguen perteneciendo
a las fuerzas armadas, no tienen ese vínculo tan poderoso de jerarquías y es
posible que por resentimiento, venganza, odio, empiecen a contarse estas
cosas”. Aun así dijo “de Balza no puede
esperarse mucho porque siempre mintió, pero lo de Molina Ezcurra sirve porque puede ser una incentivación y que otros
hablen”.
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