Argentina. Sicarios de hoy... sicarios de ayer.
Esta semana los porteños se
sorprendieron, una veza más, ante la muerte de un ciudadano colombiano
que fue asesinado en la vía pública ante la mirada de todos. A sangre
fría, un sicario bajó de su moto, y remató a una persona de varios
tiros. Los narcos no han inventado nada en Argentina... en pocos días se
cumplirá un aniversario más de un hecho muy parecido.. en una Argentina
muy parecida. Ayer en España, un terrorista de ETA, se presentó con una
camiseta de Argentina... triste presagio... Cualquier parecido con la
realidad... no creo que sea pura coincidencia.
Raúl Argemí... el terrorista argentino que asesinó al Juez Quiroga, es hoy escritor de relativo éxito en España
Así murió Quiroga... así vive su asesino...
14,30 hs. del 28 de abril de 1.974,
Raúl Argemí venía en moto con Marino Amador Fernández por las calles
frenéticas del centro de Buenos Aires. Desandaban la calle Viamonte
esquivando gente y autos. En la esquina de Montevideo casi chocan contra
el auto de un juez, que les tomó la patente. Tal vez iban distraídos
pensando en los datos que les había cantado, bajo tortura, el Dr. Carlos
Alberto Bianco, al que tenían secuestrado desde hacía varios días. La
moto hizo una maniobra extraña y frenó justo en el 1.506 de Viamonte.
Desde calle Paraná venía cruzando, puntual, Jorge Vicente Quiroga. Él
también iba aquella tarde al 1.506 de Viamonte, a visitar a su amigo
Rébori. Marino Amador Fernández y Raúl Argemí lo sabían. Lo dejaron
pasar, y se bajaron de la moto, sacaron sus metralletas Halcón, y le
metieron 14 balazos a quemarropa…con esos balazos, el ERP intentaba
vengar a sus camaradas enjuiciados por Quiroga, ex juez de la Cámara
Federal Penal, órgano judicial que enjuiciaba a los terroristas, y
puntualmente desarticulada por un tal Cámpora.
Cámpora había amnistiado a todos los terroristas enjuiciados por “el
camarón”, pero ya se sabe cómo es de venenosa la venganza, en la sangre
resentida de los asesinos.
El ex juez Quiroga cayó en agonía, ellos subieron a la moto y salieron a
toda velocidad mientras la gente huía despavorida. Quiroga se desangró
en la vereda. Murió dos horas más tarde en el hospital Rawson. Una placa
roñosa y desteñida en un rincón del edificio de Tribunales de Capital
Federal, recuerda con timidez a Quiroga. Mártir de la justicia.
La policía de Perón llegó en pocas semanas hasta la calle Fragata
Sarmiento 1071 en Ramos Mejía. Allí encontraron un rastrojero robado
preparado con una bomba de 3 kilos de trotyl, un indicador eléctrico
mecánico de activación, una ametralladora Halcón cargada, una
falsificadora de credenciales, papeles del ERP, miles de proyectiles y
un cuaderno con los datos de un funcionario judicial secuestrado: el Dr.
Bianco. Argemí, Violeta Ana Moratto y Fernández, fueron acusados por el
homicidio del ex juez Quiroga, tenencia de armas de guerra y de
explosivos, acopio de municiones, asociación ilícita calificada y uso de
documentos falsos en concurso real. Y se les sumó luego la sentencia
por el homicidio de Quijada, total: 25 años.
Juez Quiroga y familia. El juez argentino fue asesinado en la vía pública por sicarios terroristas del Erp
Pero por distintas amnistías y
reducciones de penas, salieron todos el 15 de agosto de 1.984. Para
ellos sí hubo Olvido y hubo Perdón. Raúl Argemí vive en España,
escribiendo con orgullo sus “locuras” juveniles de asesinatos
callejeros. Bendini le dirá “atacante”. Kirchner “joven idealista”. Yo
tengo aquí la obligación de recordarlo como Asesino.
Para quienes no lo sepan, Raúl Argemí fue miembro del grupo terrorista
argentino ERP 22 de agosto, un grupo que se dedicaba, básicamente, a
descoser a balazos a civiles y uniformados en la vía pública.
Graciela Lilian Lavalle de Reyna, declaró ante la Cámara Federal Penal
que en los 70, en una casa donde ella y su célula terrorista recibía
adiestramiento, al dueño de casa se le escapó un tiro. Con ese tiro (NG)
"Julio" mató a su esposa, curiosamente, de apellido Argemí... y desde
ese momento, cuenta la testigo, todos los que asistían a esa casa
tuvieron que pasar a la clandestinidad.
Raúl Argemí, de todos modos, se las ingenió para pasar al bronce
terrorista con muertes “mejores” que la de su compañera de “fierros” y
de cama. Años más tarde fue detenido, enjuiciado y sentenciado a 25 años
de prisión por la muerte del juez de aquella Cámara Federal donde su
“cumpa” lo “batió”.
Sí, don Raúl Argemí fue uno de los que acribilló al juez Quiroga en el
barrio porteño de Tribunales. También el tribunal lo encontró
responsable de la muerte del Almirante Quijada.
Pero claro, don Argemí se las ingenió para salir en libertad 15 años
antes de cumplir su condena. Y se las ingenió para cobrarle una
suculenta indemnización al Estado.
Ahora vive en España, donde mata el tiempo escribiendo oscuras novelas
de “familias con muertas”. Obvio, sabe lo que escribe.
El tipo se las ingenió para borrarse del mapa, y de la historia.
“Yo no fui”, es su verso de cabecera.
Félix Alberto López de la Calle Gauna, alias "Mobutu"
el terrorista español hincha de Argentina...
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