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domingo, 25 de marzo de 2012

"POR LA VERDAD HISTÒRICA"...Los terroristas: asesinos de niños, asesinos de la poblaciòn civil, asesinos de hombres valientes de todas las fuerzas...

1976 — 24 de marzo — 2012. Todavía los 70


Coro­nel Ibar­zá­bal. Así apa­re­ció ase­si­nado tras diez meses de cau­ti­ve­rio a manos del terro­rismo de argentina
Son tiem­pos de infor­ma­ción digi­tal en tiempo real. Mucho podrán uste­des encon­trar sobre los dis­tin­tos inte­gran­tes de los gru­pos terro­ris­tas que aso­la­ron a la Repú­blica Argen­tina durante casi dos déca­das. Y verán que la ver­sión de un terro­rismo “idea­lista” y “román­tico” se ha exten­dido de manera ofi­cial como una forma per­versa de maqui­llar los vio­len­tos años escar­ne­ci­dos de un país que se desan­gró, dolo­ro­sa­mente, en intes­ti­nos egocentrismos.
Sin embargo, y no es casual, poco y nada podrán encon­trar sobre la visión de los pro­ta­go­nis­tas militares.
En los años 70 yo iba a la escuela pri­ma­ria. Quiero decir que toda mi vida de adulto la viví en una demo­cra­cia que, por alguna razón que nunca alcancé a com­pren­der, intentó ocul­tar la his­to­ria y la pala­bra de los mili­ta­res que tuvie­ron que com­ba­tir a un terro­rismo impia­doso y espe­cial­mente cruel, que no dudaba en aten­tar con bom­bas, acri­bi­llar por la espalda o secues­trar a sus víc­ti­mas para luego fusi­lar­las en algún sótano “revo­lu­cio­na­rio”.
Incluso hoy, habiendo reco­rrido la demo­cra­cia argen­tina casi tres déca­das inin­te­rrum­pi­das, el tema de los vio­len­tos años setenta ha sido colo­cado en el tapete por un gobierno que se ha auto­de­no­mi­nado “here­dero ideo­ló­gico” de aque­lla gene­ra­ción de gue­rri­lle­ros y terro­ris­tas que inten­ta­ron asal­tar el poder a san­gre y fuego.
Argen­tino del Valle Larra­bure. Así apa­re­ció ase­si­nado tras un años de secues­trado y tor­tu­rado por el terro­rismo de argentina
Se vuelve a juz­gar a los mili­ta­res que com­ba­tie­ron a los terro­ris­tas, y todo el esfuerzo esta­tal está abo­cado a man­te­ner vivo el relato ofi­cial de aque­lla tra­ge­dia argen­tina. Para que se entienda bien: En los últi­mos 30 años, la demo­cra­cia Argen­tina juzgó a los prin­ci­pa­les res­pon­sa­bles mili­ta­res y gue­rri­lle­ros de los años 70. Luego los encar­celó. Más tarde los indultó. Salie­ron en liber­tad. Des­pués la misma demo­cra­cia argen­tina declaró incons­ti­tu­cio­nal los indul­tos, pero solo los indul­tos de los mili­ta­res. Y enton­ces vol­vió a encar­ce­lar­los, para juz­gar­los nue­va­mente en tri­bu­na­les espe­cia­les luego y con­de­nar­los con con­de­nas casi calcadas.
Sin que­rer “que­riendo”, de un plu­mazo el relato ofi­cial escon­dió a los terro­ris­tas de la his­to­ria vio­lenta que Argen­tina sufrió en los años 70.
Es casi impo­si­ble con­se­guir una entre­vista con algún mili­tar dete­nido por el régi­men kir­ch­ne­rista en Argen­tina. Todo perio­dista que se aboca a la misión de hacer los trá­mi­tes para acce­der con cáma­ras o gra­ba­do­ras a las cár­ce­les donde los mili­ta­res argen­ti­nos (la mayo­ría mayo­res de 70 años y con serias afec­cio­nes cró­ni­cas de salud), choca con una pared infran­quea­ble levan­tada con duros ladri­llos de into­le­ran­cia. Los jue­ces no per­mi­ten entre­vis­tas, y los orga­nis­mos de dere­chos huma­nos que moni­to­rean los jui­cios polí­ti­cos y a los mili­ta­res dete­ni­dos, han levan­tado un pesado cerco impo­si­ble de sortear.
En el mien­tras tanto… suce­den actos y suce­sos que se ase­me­jan y mucho a crue­les ame­na­zas con­tra quie­nes inten­tan sal­tar el cerco. Para mues­tra basta un botón. A fines del año 2011, el jefe del Ser­vi­cio Peni­ten­cia­rio Fede­ral de Argen­tina, el Dr. Víc­tor Hor­tel, se aper­sonó cámara de fotos en mano en las habi­ta­cio­nes de varios mili­ta­res argen­ti­nos pre­sos. Alguno de ellos invá­li­dos. El Dr. Hor­tel sacó fotos de las habi­ta­cio­nes y unas sema­nas más tarde esas fotos apa­re­cie­ron publi­ca­das en una cono­cida Revista de relato ofi­cial.
Miedo.
Cada vez que alguien sor­tea el cerco y logra hablar con los mili­ta­res dete­ni­dos, sus con­di­cio­nes car­ce­la­rias se vuel­ven más duras y arbitrarias.
Así las cosas, muchos de los fami­lia­res y ami­gos de los pre­sos polí­ti­cos (así se sien­ten y se auto­pro­cla­man los mili­ta­res argen­ti­nos pre­sos) han ele­gido el silen­cio. Un silen­cio que yo mismo he inten­tado son­dear. Al prin­ci­pio creí que el silen­cio de los fami­lia­res de los mili­ta­res pre­sos de Argen­tina era un silen­cio que susu­rraba ver­güenza. Años de estig­ma­ti­za­ción en el relato podrían haber dejado esa hue­lla. Con el tiempo entendí que el silen­cio de muchos pre­sos polí­ti­cos de Argen­tina y sus fami­lia­res, grita una sola pala­bra: Miedo.
Lás­tima. Con casi treinta años de demo­cra­cia inin­te­rrum­pida en Argen­tina, el miedo es un esta­dío peor que la ver­güenza. Des­pués de todo, la ver­güenza es un sen­ti­miento per­so­nal, es de uno… pero el miedo es, en este caso, un sen­ti­miento oca­sio­nado por las acti­tu­des y las repre­sa­lias de los que desde hace años deten­tan el poder en Argentina.
Repre­sa­lias, quita de bene­fi­cios como las pri­sio­nes domi­ci­lia­rias, endu­re­ci­miento en los regí­me­nes de visi­tas, pro­ble­mas labo­ra­les etc. son una cons­tante en los fami­lia­res de los mili­ta­res pre­sos, de los mis­mos mili­ta­res que están dete­ni­dos por haber com­ba­tido al terro­rismo en Argen­tina y de muchos que inten­ta­mos son­dear en la otra parte de la verdad.
Un gran pen­sa­dor espa­ñol dijo alguna vez: “Uno es uno, y sus cir­cuns­tan­cias”. Una gran ver­dad que pare­cen haber olvi­dado los arqui­tec­tos del relato ofi­cial de Argen­tina sobre la vio­len­cia vivida en los años 70.
Los hace­do­res ofi­cia­lis­tas del relato seten­tista en Argen­tina, han obviado con pre­me­di­ta­ción y ale­vo­sía las cir­cuns­tan­cias. Se han sal­teado espe­cial­mente la pers­pec­tiva his­tó­rica.
Años de arqui­tec­tura cons­tru­yendo un relato obtuso de la his­to­ria, han parido una gene­ra­ción de “demó­cra­tas” que creen correcto cer­ce­narle el decir a una per­sona.
Por eso, en las actua­les cir­cuns­tan­cias de Argen­tina, que un perio­dista se haya atre­vido a entre­vis­tar en su lugar de deten­ción al Gene­ral Jorge Rafael Videla, ex pre­si­dente de facto de Argen­tina, ha sido visto en el seno del Poder de Argen­tina, como un acto de extrema osadía.
Algu­nos de los chi­cos que mató el terro­rismo de Argentina
Haber entre­vis­tado a un per­so­naje cen­tral de los años setenta de nues­tro país, ha sido una afrenta imper­do­na­ble hacia todos aque­llos que desde hace años mili­tan en escon­der la “otra parte de la verdad”.Y a fuerza de ser sin­ce­ros, tam­bién ha sido un acto de valen­tía la deci­sión del Gene­ral Videla de con­sen­tir la entre­vista sabiendo las consecuencias.
La voz del Gene­ral Videla desde su lugar de deten­ción, publi­cada por un Sema­na­rio espa­ñol, ha sido para ese espa­cio de Poder de la Argen­tina un “sapo” difí­cil de dige­rir. De ahí la des­me­su­rada reper­cu­sión en el seno del
Poder, y esa impos­tura sobre­ac­tuada ale­gando una preo­cu­pa­ción que no es tal. Hasta la pre­si­denta de Argen­tina, Sra. Cris­tina Fer­nán­dez viuda de Kir­ch­ner, hizo varias veces alu­sión a la entre­vista que Ricardo Angoso le rea­li­zara al Gene­ral Videla.
Luego de publi­cado el repor­taje, el perio­dista Ricardo Angoso, me consta, vivió en carne pro­pia el escar­nio de los “demó­cra­tas” argen­ti­nos, que rápi­da­mente le enros­tra­ron haberle dado voz a un “per­so­naje tan siniestro”.
Angoso, Perio­dista al fin, con­testó con una obvie­dad olvi­dada en estas lati­tu­des: “Que alguien entre­viste a alguien, o escriba sobre alguien o hable sobre alguien no sig­ni­fica direc­ta­mente que esté tomando par­tido. Yo creo que un perio­dista tiene que escu­char a todas las fuen­tes, y desde luego un flaco favor le haría­mos al perio­dismo si sola­mente escu­chá­ra­mos a una de las fuen­tes o a una de las par­tes impli­ca­das en un con­flicto.”
1976 — 24 de marzo – 2012. No le ten­ga­mos miedo a la His­to­ria. Escu­che­mos a todos… y cons­tru­ya­mos desde la tole­ran­cia un futuro entre todos… y para todos.
En esta fecha tan espe­cial, elevo mis ora­cio­nes para TODOS aque­llos que han sido víc­ti­mas de una gue­rra fra­tri­cida que muchos bus­ca­ron. Que pocos pelea­ron. Y de la que nadie se hace cargo.
Fuente: El Dia de GualeguayEntre Rios -/Ramos Generales
Autor: Horacio R. Palma
 "POR LA VERDAD HISTÒRICA"...Los terroristas: asesinos de niños, asesinos de la poblaciòn civil, asesinos de hombres valientes de todas las fuerzas...Comentado y publicado por Miguel...
 http://porlamemoria-miguel.blogspot.com

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