Clubes castrenses dieron a conocer manifiesto expresando el incumplimiento de promesas de campaña de la Presidente. (No tratar temas sobre derechos humanos).
En un acto de “rebeldía”, podríamos decir, contra supuestos incumplimientos de parte de la Presidente Dilma Rousseff, los titulares de los Clubes Militares hicieron conocer, conjuntamente, un “manifiesto” de disconformidad. El comunicado, fue firmado por el Vicealmirante (R) Ricardo Antonio da Veiga Cabral, presidente del Club Naval; el General de Ejército (R) Renato Cesar Tibau da Costa, presidente del Club Militar y el Teniente Brigadier del Aire (R) Carlos de Almeida Baptista, presidente del Club de la Aeronáutica.
Según los militares, la entonces candidata presidencial Dilma Rousseff, en un acto donde fuera reconocido su triunfo electoral, había prometido no tratar temas que los irritaran como las violaciones a los derechos humanos. A esto, los Clubes Militares transcribieron el mensaje que la entonces candidata enviaba a los militares de actividad y de la reserva, como así también los pensionistas de las Fuerzas Armadas y a los asociados de los Clubes, por tal le daban un voto de confianza en la expectativa de que los cumpliese.
Sin embargo esa “promesa” no fue cumplida y Rousseff creó la “Comisión de la Verdad”, la cual está facultada para realizar un profundo estudio histórico de la guerra de la subversión y la posterior lucha o represión militar, a pesar de que el Supremo Tribunal Federal (STF) mantuviera la decisión de no cambiar o anular la ley de amnistía, firmada por el presidente Joao Baptista Figueiredo, en 1985.
El enojo de los militares retirados incrementó cuando el pasado 8 de febrero la Ministra de la Secretaría de Derechos Humanos concedió una entrevista al reportero Júnia Gama, publicado en el diario “Correio Braziliense”, en el cual una vez más, esta aseveraba la posibilidad de “…las partes que se considerasen ofendidas por actos ocurridos en los gobiernos militares pudiesen ingresar con acciones en la justicia, buscando la responsabilidad criminal de agentes represores, a semejanza a los que ocurrió en países vecinos”.
También se sumó que después de la posesión como Ministra de la Secretaría de Política para las Mujeres, Eleonora Menicucci, en su discurso y en presencia de la Presidente Dilma Rousseff, efectuó críticas exacerbadas a los gobiernos militares y resalto el hecho de que ella lucho por la democracia y recordó a sus compañeros caídos en combate.
El broche final lo puso el Partido de los Trabajadores (PT), al cual es afiliada la presidenta Dilma Rousseff.
En la ocasión fueron divulgadas resoluciones políticas tomadas por el partido y fue dado realce al ítem que dice que el PT está empeñado junto con la sociedad en el rescate de nuestra memoria de la lucha por la democracia durante el período de la dictadura militar.
El gobierno reaccionó y estudió formas para poder sancionar a los líderes de los Clubes Militares que firmaron el manifiesto criticando a la presidente Dilma Rousseff, y esta le solicitó al Ministro de Defensa, Celso Amorim, para que encuadrase al grupo y los sancione.
Acto seguido, el ministro Amorin convocó de urgencia a una reunión con los Comandantes del Ejército, Marina y Aeronáutica, más el Jefe de Estado Mayor Conjunto, General de Ejército Carlos De Nardi y expresó su contrariedad con lo manifestado por los Clubes Militares.
Para tratar de dar marcha atrás a los sucedido, prosiguió una reunión entre los Comandantes de las Fuerzas Armadas con los oficiales de la reserva, solicitándoles que se retrotraigan so pena de ser penalmente sancionados, dada la gravedad institucional, por realizar críticas en forma pública al Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, o sea, la presidente.
En el Ejército Brasilero, puntualmente, incomodado con el tenor de la nota de los Clubes Militares, el Comandante de esta Fuerza, General de Ejército Enzo Martin Peri, determinó que el texto fuese retirado y desautorizó cualquier manifestación en ese sentido.
La fuerte reacción de la presidente, materializada en “el tirón de orejas” que Amorín dio a sus Comandantes Militares, surtió efecto rápido y el sito del Club Militar publicó una nota en que los “firmantes” desautorizaron el texto anterior del manifiesto, indicando que había sido apócrifo.
Esta nueva situación tuvo su repercusión interna dentro del ámbitos de los militares retirados y la primera en reaccionar fue la Academia Brasilera de Defensa (ABD) “Pro Patria”, que a través de su presidente, Ivan Frota, acusó a la Presidente Dilma Rousseff “no mantener una coherencia en sus políticas y falta de la palabra empeñada” y obviamente expresó palabras de desagrado a sus pares por no mantener su postura inicial.
Frota también expuso que ningún militar retirado o en reserva puede ser sancionado ya que en Brasil existe la Ley 7.524 del 17 de julio de 1986, que confiere a los militares inactivos (en reserva o retirados), el derecho de expresar opiniones políticas individuales o en grupos.
Fuente: INFORMADORPUBLICO.COMPublicado por Miguel...
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