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jueves, 6 de octubre de 2011

"RESCATANDO A LOS HÈROES DE MI PATRIA: Un aula de una escuela lleva su nombre"...Edmundo Sosa...Un soldado formoseño...

Aula de una escuela lleva el nombre de un soldado formoseño muerto el 5 de octubre

Aula de una escuela lleva el nombre de un soldado formoseño muerto el 5 de octubre
Mucho se ha escrito y comentado a través de distintos medios locales y nacionales respecto a la “deuda histórica” que tiene la Nación Argentina con esas 13 familias formoseñas que tuvieron que sepultar sueños, ilusiones y tantos proyectos sin concretar por defender el Estado de Derecho de una Argentina que estaba bajo un gobierno democrático.
Lo cierto es que esos padres que vieron partir a sus hijos para hacer el servicio militar obligatorio, de orígenes humildes y casi todos del interior provincial, no los vieron regresar con la satisfacción de haber cumplido un requisito de la Patria sino que debieron permanecer el resto de sus días con el recuerdo de su juventud y el dolor inexplicable del por qué. Ni los gobiernos de la dictadura militar ni los gobiernos democráticos se ocuparon o preocuparon por ellos. Tal es así que recién en diciembre de 1999, a 24 años del ataque al Regimiento, esas madres y padres lograron acceder a una pensión militar, con el grado de cabo, suma inferior a los 1000 pesos en la actualidad, que no incluye obra social. Así, lentamente algunos fueron reencontrándose con sus hijos sin haber recibido algún reconocimiento o indemnización. El año pasado, a 10 días del 5 de octubre falleció en el Hospital Central don Vicente Torales, padre de Marcelino Torales, un querido vecino del barrio Mariano Moreno.
Quince días antes, había fallecido  Juan Carlos Torales, “Toralito”, que en 1975, con su metro cincuenta y cuatro de altura era el centro de todas las cargadas en el Regimiento. Aquel domingo, Toralito estaba también en el dormitorio de la Guardia y fue quien, de forma totalmente inesperada, permitió la fuga de casi todos sus compañeros. Fue uno de los héroes de aquella tarde y murió a los 56 años en el interior de Formosa, trabajando en una plantación de pomelos, sin ningún subsidio público y sin asistencia médica. “Murió en la pobreza; se enfermó, no lo atendió nadie y a los días, murió”, comentó un ex camarada.  
Pero los reconocimientos no siempre están asociados a cifras millonarias, muchas veces un gesto de memoria y respeto representan mucho más. Así lo considera Catalina Sosa, la mamá del soldado Edmundo Sosa, quien este año se mostró gratamente sorprendida cuando una docente, Rosita Duarte, de la Escuela Pablo Pizzurno del barrio Parque Urbano la invitó a imponer el nombre de su hijo a un aula de segundo grado. “Fue el mejor homenaje, que lo eligieran patrono del aula de una escuela, donde los chicos de 6 y 7 años conocían su historia y sabían que había muerto defendiendo su Regimiento”.
La docente lo eligió profundamente emocionada tras leer el libro Operación Primicia. “Me emocionó mucho leer que Edmundo Roberto murió por bueno, por ceder su baja primero a un compañero del interior que tenía que mantener a su familia y ese domingo, no pensó en él ni en su madre y su hermana de dos años que lo esperaban para comer en el barrio Villa del Rosario, sino que priorizó la necesidad de su compañero que quería ir a cargar bolsas de harina a Clorinda para mantener a sus hijos. Por eso lo elegí, por considerar que este joven escribió páginas de gloria para Formosa, destacando sus virtudes de valentía y amor por la Patria, nombrándolo arquetipo de virtudes del salón del segundo grado de la Escuela Pablo Pizzurno”.
Rescatando a los hèroes de mi Patria, a los que murieron cumpliendo el juramento " defender la bandera de la Patria y seguirla hasta perder la vida"...Son, como dice la docente, pàginas de gloria escritas por estos hèroes, para verguenza de aquellos que pretenden olvidarlos y enterrarlos en el tiempo...¿Lo sabias?...Comentado y publicado por Miguel...

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