Horacio Zaratiegui. Catarsis N° 202
"Trelew: Fusilen a todos, pero dejen sobrevivientes"
Estimados:
Tal
como conté en mi envío N° 201, la ciudad de Trelew comenzó esta semana con
varios actos (que fueron la culminación de toda una semana de actividades),
rememorando lo que la propaganda terrorista llama la "masacre de
Trelew". Chicas de 15 años (!!!) invitando a la comunidad a recordar a los
"jóvenes idealistas" de K.; los nostálgicos del terrorismo de visita
en la zona y, junto con autoridades "democráticas" nacionales y
locales, homenajeando a los terroristas muertos al grito de "...hasta la
victoria siempre"; plantado de árboles por cada asesino muerto, etc., etc.
En síntesis, la puesta en escena de siempre, como para seguir engañando giles.
El
que sigue es un informe largo, con información propia y tomada de fuentes
varias, sobre los sucesos de Agosto de 1972.
La
mentira contada hoy por la izquierda no siempre fue así; originalmente, los
hechos se transmitieron tal como sucedieron, porque para la propaganda
terrorista de entonces, era obviamente más propicio mostrar "el heroismo
de compañeros intentando escapar y resistir al sistema" que "un
manojo de vencidos, entregados, rendidos, fusilados por el enemigo". Pero
las cosas cambiaron... . Quizá por eso, por la existencia de tantas
"fallas de origen", el cuento de la masacre de Trelew sigue vigente,
pero NUNCA llegó a convertirse en una de las patas de la gran mentira de las
bandas terroristas como "la noche de los lápices", o los "30.000
desaparecidos", el "robo de bebés" o el mito de la ESMA.
Personalmente, creo que si el tema no tuviera flancos tan débiles, K., Lady C.
y todo su séquito hubieran estado presentes en Trelew para celebrar el
aniversario...
Para
ubicarse en el contexto, debe recordarse que los terroristas presos en el Penal
de Rawson (que protagonizaron los hechos de Trelew) habían sido condenados por
la Cámara Federal, creada ad-hoc en su momento para combatir CON LA LEY, el
flagelo creciente de la subversión. Vale recordar también que esta Cámara fue
disuelta por el montonero Cámpora ni bien este asumió la presidencia de la
Nación, liberando además a todos los condenados y procesado por aquella
autoridad judicial (casi 2000 terroristas de colores ideológicos varios, entre
ellos los archiconocidos asesinos el Gral. Aramburu: Vaca Narvaja, Firmenich,
Abal Medina, etc.). Una vez disuelta la Cámara y en libertad los asesinos,
estos comenzaron una cacería de los Jueces que la habían compuesto, asesinando
al Juez Quiroga, atentando contra otros y forzando al exilio al resto (digo yo,
¿K. dispondrá indemnizaciones para estos exiliados también?). El principal,
peor y más lamentable resultado de la disolución de la Cámara Federal es que
dejó a la Nación sin leyes y procedimientos para combatir al terrorismo.
Pero
vamos a los pelpas y, como dije más de una vez, quien quiere oir que oiga...
Saludos,
Horacio
Lo
que viví personalmente
El
23 de agosto de 1972 papá llegó tarde a casa; nada anormal en eso, pero sí en
el hecho de que ni bien llegó tuvo una charla privada con mamá, y luego nos
llamó a mi hermano Carlos y a mi (entonces de 14 y 15 años respectivamente).
Los otros dos de "la banda", Gerardo y Emilio (11 y 8 años) siguieron
en lo suyo.
La
importancia del momento pasó desapercibida para mi cabecita adolescente (y
seguramente también para la de Carlos), y el tiempo borró mucho de aquella
charla con el viejo, pero algunas cosas -impresionantes para mis 15 años- aún
quedan vívidamente en mi "rígido".
Así
recuerdo que papá nos comentó del intento de fuga en la Base Aeronaval de
Trelew, y algunos detalles de lo ocurrido:
que
la guardia que custodiaba a los terroristas hacía revisiones periódicas, ya que
los prisioneros eran muy peligrosos;
que
al hacerlas el Oficial de Guardia recorría el pasillo de las celdas, dejando en
la entrada de dicho pasillo a dos Cabos armados (la PAM 9mm era de uso común en
la Armada, en tanto el arma de puño reglamentaria era todavía la vieja y
confiable "45");
que
en una de esa recorridas el Oficial de Guardia fue atacado por la espalda por
uno de los terroristas, y que el Oficial, poniendo en riesgo su propia vida, le
ordenó a los cabos "¡Tiren!!! ¡¡tiren!!!!", pese a encontarse él en
la línea de fuego;
que
intentó tirarse al suelo -todavía con el terrorista agarrado a su espalda-, en
tanto los Cabos disparaban las PAM desde la altura de la cintura, como se
acostumbraba. El viejo remarcó el hecho de que la bala que mató al atacante le
entró perpendicular al cuerpo, por la parte superior de la cabeza, que había
quedado expuesta cuando el oficial de guardia al que tenía agarrado se agachó.
Esa bala pasó a menos de 10 cm. de la cabeza del marino atacado...
Terminado
el relato, y todavía sin entender claramente porqué nos contaba todo eso,
recuerdo a papá diciendo: "...estamos en guerra; a partir de hoy, más que
nunca, piensen en sus hermanos menores y protéjanlos ante cualquier cosa que
pueda pasar...". No me di cuenta entonces, pero nos estaba avisando que él
podía caer en la lucha que el terrorismo había impuesto al país...
No
recuerdo a la ONU hablando de los "derechos de los niños" (mis
hermanos y yo lo éramos legalmente) en ese entonces, ni a otros organismos
internacionales preocuparse por lo que estábamos viviendo los miembros de las
familias de militares y otras familias argentinas.
La
verdadera historia de los hechos de Trelew
Antecedentes
A
partir de graves hechos ocurridos entre marzo y abril de 1972, se produjo una
muy importante ola de detenciones, lo que produjo una retracción de la
actividad terrorista. Muchos militantes y responsables de nivel de las
organizaciones paramilitares cayeron en prisión. En su mayoría pertenecían al
ERP y eran derivados al penal de Rawson. De esa manera se descubrieron nuevos caminos que
permitieron ir desgranando la compleja trama de la red insurreccional
subversiva que para ese entonces había alcanzado una dimensión muy importante.
También debemos hacer conocer que con un trabajo preciso de inteligencia, a
fines de agosto de 1971, la policía
cordobesa, había irrumpido en una casa operativa deteniendo a Mario Roberto
Santucho, a Enrique H. Gorriarán Merlo y a otros dos militantes más. Fueron
severos golpes a las organizaciones terroristas subversivas que, no obstante,
no quedaron desarticuladas.
Tanto
fue así que el ERP, en una acción temeraria atacó a sangre y fuego el penal
tucumano de Villa Urquiza, asesinó a seis guardiacárceles y rescató a trece
guerrilleros terroristas cuya mayoría, con posterioridad volvió a prisión.
Entre los que no fueron recapturados estaba José Benito Urteaga quien tomó la
jefatura de la organización, en reemplazo del ya detenido Santucho.
A
pesar de lo expuesto, el ERP resolvió
mantener una imagen de buena capacidad operativa y de voluntad para continuar la lucha armada.
Mantenían el proyecto terrorista hasta las últimas consecuencias y ejecutaban sus acciones sin solución de continuidad. Tan
claro y definido era ese proceso que a través de los medios de comunicación
vinculados con la insurgencia se sostenía que: “la sociedad tendrá que acostumbrarse a vivir con la
violencia hasta que alcancemos la liberación...”.
Los
Montoneros, ya dirigidos por Mario
Eduardo Firmenich , resolvieron suspender transitoriamente sus acciones. Por su
parte, las FAR, resolvieron romper el
silencio y el 1° de mayo de 1972 un comando tomó el destacamento de la
Prefectura Naval en Dock Sur, donde
obtuvieron algunas armas y uniformes, creyendo así cumplir el objetivo
deseado que era, hacer creer a la población que crecían en número de adherentes
y militantes, pese a los reveses que continuamente soportaban por la acción de
las fuerzas del orden público.
Manteniendo
la idea de recuperar su libertad y dirigir personalmente el combate, durante la
primera semana de abril de 1972, al día siguiente de reunirse en la cárcel de
Villa Devoto de la Capital Federal con Aurelio Peccei, Presidente de FIAT, Mario Roberto Santucho fue trasladado a la
cárcel de Rawson, en la provincia del Chubut . El líder del PRT-ERP, había
logrado mantener un fluido contacto con Urteaga para trazar los grandes
lineamientos de un ambicioso plan de fuga.
El
plan de fuga
El
plan de fuga denominado “Tomás” fue elaborado en el interior del penal por un
llamado “Comité Militar Conjunto” encargado de apreciar, evaluar y aprobar
todas las medidas que se concebían. Este grupo estuvo formado exclusivamente
por el PRT-ERP y las FAR, dado que los miembros de Montoneros, si bien
estuvieron de acuerdo con la operación, no aportaron logística ni combatientes
por hallarse abocados a la recomposición de cuadros y reorganización interna
(En 2004 el montonero Vaca Narvaja -de visita en Trelew homenajeando a sus
cómplices terroristas-, recordó que la fuga "estuvo organizada por muchos
compañeros. Colaboraron más de 140 compañeros que estaban presos, entre
organizaciones políticas, organizaciones armadas y organizaciones sociales";
diario Jornada, 22/8/04).
Se
considera importante mencionar que según bibliografía consultada, algunos
consideran a Marcos Osatinsky, fundador de las FAR, el iniciador del
planeamiento de la fuga, lo cual es posible toda vez que Santucho arribó con
posterioridad al penal de Rawson.
El
traslado al penal de Rawson se realizó por considerar a este lugar como una
cárcel para detenidos de alta peligrosidad . Esta concepción estaba referida al delincuente/
criminal común, penados por hechos graves y gravísimos, que se encontraban allí
alojados. Pero desde ningún punto de vista esta calificación incorporaba a
aquellos que revestían las condiciones ideológico-políticas que tenía el
importante conjunto de los recientemente trasladados.
Dentro
del plan desarrollado tuvo una especial tarea el grupo de apoyo externo que
mantuvo contactos con los que se encontraban en prisión, mediante un sucesivo
logro de beneficios que, por medio de los abogados patrocinantes, obtenían del
entonces Juez Federal en la capital provincial Dr. Alejandro Godoy y de su
secretario de juzgado Dr. Tomás Maza. Dentro de las prerrogativas obtenidas, la
fundamental fue el logro de permitir el acceso de bultos y envíos del exterior,
sin inspección previa. El mencionado Dr. Maza era hermano de Emilio “el gordo”
Maza partícipe del secuestro y asesinato del Gral Aramburu (muerto en 1970 en
el enfrentamiento con las fuerzas policiales, en oportunidad del intento de
copamiento de la localidad de La Calera en la provincia de Córdoba, por parte
de montoneros).
La
operación de fuga fue una operación conjunta de todas las organizaciones
terroristas, hecha -como se dijo- con la participación de abogados defensores
miembros activos de las mismas, como Mario Abel R. Amaya, los cuales
introdujeron las armas y mantuvieron los enlaces con el exterior del penal
(como era de esperar en esta "democracia" que vivimos, el gobernador
del Chubut Mario Das Neves, junto a la ministro de Educación de la provincia,
Mirtha Romero presidieron el 18 de agosto pasado el acto de imposición del
nombre “Dr. Mario Abel Amaya”, a la Escuela de Adultos Nº 784 de la ciudad de
Trelew. Das Neves destacó la importancia de “este reconocimiento a una persona
que nos enorgullece a todos... un luchador incansable por los derechos
humanos”.... Dirección de Prensa; www.chubut.gov.ar ).
Los
involucrados ajustaron detalles durante algo menos de cinco meses. El centro
neurálgico de las actividades externas fue la ciudad de Bahía Blanca para
concentrar material, personal e información. Como tareas principales
desarrolladas por un núcleo exterior de apoyo, cuyo número alcanzó dentro de
los varios escalones que lo conformaron, un total de doscientos cuatro
subversivos, se robaron los vehículos que serían utilizados, designaron quienes
los manejarían, seleccionaron y facilitaron el armamento a utilizar dentro y
fuera del penal y concibieron varias opciones y alternativas para la ejecución
de la fuga.
Las
fechas fueron variando con el tiempo y el día 13 de agosto realizaron la última
de las reuniones en el principal hotel de la ciudad mencionada.
Todo
este conjunto de individuos actuaron de varias maneras y en forma no
simultánea. En la zona de Rawson y Trelew adoptaron diversas coberturas
manteniendo casas operativas. Varias de las células carecían de contactos entre
sí.
No
puede dejarse de lado que uno de los componentes principales del plan de fuga
se basó en aprovechar el endémico proceso de crisis que registraba el sistema carcelario
argentino, tanto en su estructura edilicia como en la sobrepoblación, lo que
afectaba definitivamente la seguridad interior y la contrainteligencia. El
escaso personal penitenciario era permanentemente intimidado y dominado
sicológicamente con amenazas personales y a sus familias; consecuentemente, demostró que carecía de la preparación
necesaria para trabajar con un nuevo tipo de delincuente de alta capacidad
intelectual y con motivaciones que iban más allá de recuperar su libertad. Pese
a ellos, algunos valientes hombres del Servicio Penitenciario intentaron evitar
que los terroristas volvieran a la calle para seguir asesinando...
La
fuga y los hechos de Trelew
El
día 15 de agosto de 1972, a las dieciocho horas quedaron copados varios lugares
estratégicos del penal y numerosos guardiacárceles fueron hechos prisioneros.
Hoy se sabe que entre los uniformados existió un entregador: Carmelo Facio,
agente penitenciario de la Unidad 6 de Rawson que resultó clave para que los 25
guerrilleros pudieran fugar. Al momento de colaborar con los prófugos, tenía 42
años de edad. Vivía con su famila en una casa ubicada en la parte posterior de
otra principal, en Gregorio Mayo, entre Sarmiento y Belgrano de Rawson.
En
su libro de memorias "De los ´70 a la Tablada", Enrique Gorriarán
Merlo uno de los cabecillas de la fuga recuerda a Carmelo Facio. "Cuando
nos trasladaron al sur, a la Unidad 6 de Rawson, apenas llegamos el Gringo Ricardo Mena, que
ya estaba allí detenido, nos cuenta a unos pocos que ya tenía un plan de fuga.
El plan era para solamente cinco compañeros y consistía en saltar el paredón
después del último recuento. Para ello ya tenía la complicidad de un
guardiacarcel, Facio. El momento
previsto para la fuga, nos daría unas ocho o nueve horas para poder llegar
hasta Bahía Blanca en un auto que nos estaría esperando afuera.
Pero
nuestra llegada a ese penal modificó la situación. Ya éramos muchos más.
Entonces nos abocamos a recabar más información sobre el Penal. Habían ocho
pabellones, seis de presos políticos y sindicalistas y dos de presos por
delitos comunes. Adelante estaba la oficina del director y del subdirector y
arriba de éstas, las salas de guardia y de armas. Todo estaba rodeado por un
paredón de unos cuatro metros de alto con una docena de torretas de protección,
con otros tantos guardias. En el frente había una garita de guardia con tres
agentes armados para controlar el ingreso al lugar. En todo este relevamiento,
Facio fue de vital importancia, porque además conocía el funcionamiento de todo
el interior del penal".
En
otra parte de su libro Gorriarán Merlo recuerda que "nosotros hablamos con
Facio para que nos hiciera entrar armas y al menos un uniforme militar. Y lo
hizo con una audacia bárbara: en cada guardia que le tocaba entraba pistolas
desarmadas. En principio habíamos pensado en la excavación de un túnel, pero
resultaba imposible porque el suelo pedregoso se desmoronaba. Cuando logramos
la información suficiente para confirmar que podíamos concretar el plan
principal, abandonamos la excavación del túnel y comenzamos a analizar qué
utilización le dábamos al uniforme y las pistolas que nos entraba Facio".
Un primer grupo compuesto por los principales cabecillas de las organizaciones terroristas (Roberto Quieto, Marcos Osatinsky y Mariano Pujadas de Far; Enrique Gorriarán Merlo, Domingo Menna, Roberto M. Santucho con su esposa Ana María Villareal del ERP y Fernando Vaca Narvaja de Montoneros) avanzaron decididamente para su evasión.
En
su libro Gorriarán Merlo cuenta con detalle los momentos claves del inicio de
la fuga. "Hicimos todo como estaba planeado. El Negro Quieto y yo pedimos
hablar con el director y cuando vino el jefe de turno hicimos lo previsto. Lo
redujimos y le hicimos ordenar que abra la reja. No encontramos mayor
resistencia ni asombro, porque no lo podían creer. Facio fingía el mismo
asombro y además ayudaba porque era el primero en obedecer todas nuestras
órdenes como si estuviera temeroso. Cuando llegamos a la sala de armas entré
con él y di la orden de rendición. Facio, aparentando temor, se puso de
rodillas con las manos en la nuca, incitando al resto para que hiciera lo
mismo. Y los demás lo siguieron".
Más
allá de la simpatía que Facio tenía con los presos guerrilleros, por el trabajo
que realizó hubo dinero de por medio. Recuerda Gorriarán Merlo que
"nosotros habíamos quedado en pagarle diez millones de pesos. Pidió el
dinero porque estaba endeudado. Pero lo hizo casi con vergüenza: después de
tratarlo cotidianamente nos daba la impresión de que sin pago, también nos
hubiese ayudado. Pero lo acordamos y decidimos dárselo. Antes de la fuga se le
entregaron cinco millones de pesos y el resto se lo íbamos a dar después. El
decía que si se descubría que había estado colaborando en la fuga, vendría con
nosotros a Cuba. "Si sale mal yo me voy con ustedes", comentaba. El
mostraba buen ánimo, parecía una buena persona y no pensamos que pudiera
traicionarnos, aunque en realidad no nos quedaba más alternativa que confiar.
Con el tiempo habíamos llegado a tener respeto por Facio". Más adelante
agrega: "Los seis que conducíamos la operación éramos los que estábamos al
tanto de su colaboración".
Como
dijimos, la fuga se vio facilitada por traidores como Facio y el hecho de que
casi todos los guardiacárceles estaban extorsionados, por amenazas de los
terroristas (y su apoyo externo) contra sus mujeres e hijos. Sin embargo,
algunos guardiacárceles intentan evitar la fuga, cayendo heridos dos de ellos:
J. Galarraga y Juan G. Valenzuela, quienes se habían resistido a las presiones
recibidas. Este útimo, el Ayudante de Segunda Juan Gregorio Valenzuela, fue
rematado con un disparo apuntado a la cabeza desde menos de un metro de
distancia. La "joven idealista" autora de este hecho fue Ana María
Villareal de Santucho, esposa del jefe máximo del ERP. (en Agosto de 2002, la
madre de K., doña Hebe, hablando en la escuela 729 de Rawson y después de
saludar a los alumnos con aquel famoso "mis queridos guerrilleros",
reivindicó la lucha armada y la fuga del penal. Fue entonces interrumpida por
un alumno que le dijo: "Señora, en la fuga mataron a un
guardiacárcel"; la respuesta de Bonafini paralizó a todos: "Y bueno,
nosotros también teníamos que matar a alguien").
Los
terroristas escaparon en un automóvil que los esperaba en el exterior de la
cárcel. En este vehículo, un total de seis evadidos y el conductor emprendieron
la fuga hacia el aeropuerto local, donde otro grupo terrorista (tres miembros
del grupo de apoyo externo: Alejandro Ferreyra, Víctor Fernández Palmeiro y Ana
Weisen de Olmedo) había copado un avión civil y tomado de rehenes a los
pasajeros. Era el vuelo de Austral que venía de Comodoro Rivadavia. Los
terroristas fugados en este primer automóvil (un Ford Falcon, conducido por
Carlos Goldemberg) abordaron el avión y escaparon -junto con Goldemberg y los
tres del grupo secuestrador del avión- hacia Chile (entonces refugio seguro
para el terrorismo, ya que gobernaba el marxista Salvador Allende).
No
esperaron a otros diecinueve cómplices de un segundo grupo que no pudo
desplazarse oportunamente al aeropuerto en los medios propios previstos. Se
movilizaron en varios taxis, pero llegaron tarde: cuando arriban, ya el avión
se encontraba en la cabecera de pista y dispuesto a decolar, cosa que realizó
con destino inicial Puerto Montt (los fugados luego seguirían hasta Cuba).
(Uno
de los taxis que trasladó a los terroristas era conducido por Héctor Arregui...
amigo del guardiacárcel entregador, Carmelo Facio. "...Carmelo era un tipo
muy simpático, le gustaban mucho los amigos, comer asados y salir a pescar en
familia. La pasábamos bárbaro de campamento, por ejemplo en Bahía Craker con
los chicos y las mujeres. También le gustaba el juego, como el pase inglés o la
taba...", dijo al diario Jornada, de Trelew, el pasado 14/8/05. Olvidó
decir también que Facio traicionó a sus camaradas, que fue cómplice del
asesinato de Valenzuela, que colaboró con asesinos, que contribuyó a continuar
las muertes en Argentina...).
El
grupo de diecinueve terroristas quedó en el aeropuerto y se atrincheraró en la
aerostación, tomando más rehenes en el proceso (en el aeropuerto estaba el
coronel del Ejército César Perlinger, quien resultó ser integrante de la banda
ERP).
Rodeados
por fuerzas de Infantería de Marina y de la policía, y luego de varios intentos
de actuar por las armas, se rindieron, negociando esa rendición con
imposiciones varias: pidieron la presencia del juez y de los periodistas. Los
terroristas Bonet, Pujadas y Berger hablaron en representación del ERP,
Montoneros y FAR. Las dos últimas organizaciones ya estaban en un proceso de
discusión para unificarse, por lo que prácticamente Pujadas habló en nombre de
las dos. Bonet reivindicó en sus declaraciones la unidad de las organizaciones
revolucionarias en la lucha contra la dictadura y aclaró que esa unidad se daba
pese a las diferencias políticas. Pujadas destacó ese aspecto y en nombre de
Montoneros explicó que su lucha también era por el retorno de Perón y por
elecciones sin condicionamientos. Era la primera vez que dirigentes
guerrilleros aparecían en la televisión...
Luego
de entregarse, quedaron detenidos por orden del Juez interviniente, y
trasladados a la Base Aeronaval “Almirante Zar”, donde fueron alojados en los
calabozos de la mencionada Base. Esta decisión fue tomada por la imposibilidad
de reintegrarlos al penal de Rawson, ya que éste se encontraba en poder del
resto de los subversivos que no habían podido evadirse, a lo que se sumaba la
ya demostrada falta de seguridad..
La
ubicación de los detenidos en los calabozos de la Base y la demora en
restituirlos a la cárcel de Rawson, u otro establecimiento carcelario apto, fue
ratificado por el Juez miembro de la Cámara Federal en lo Penal Dr. Jorge
Quiroga (luego asesinado por el “ERP 22 de Agosto”) quien se había hecho
presente, toda vez que se hallaba investigando todos los acontecimientos
ocurridos desde el día 15 anterior para deslindar las responsabilidades en la
fuga y el asesinato del guardiacárcel Valenzuela.
La
noche del 15 de agosto y los días subsiguientes, fueron de tensión permanente
para todo el personal involucrado en la custodia de tan peligrosos detenidos.
Las inspecciones eran constantes y continuas.
La
característica de la zona en la que se encontraban ubicados los edificios en
construcción, presentaba el típico lugar desierto y aislado de la zona
patagónica. Dentro de las hipótesis planteadas no se descartó la posibilidad de
ser objeto de un golpe de mano proveniente del remanente del equipo de apoyo
externo a la fuga, que aún se apreciaba numeroso y con adecuada disponibilidad
de armamento.
La
incomunicación dispuesta por el Juez era de relativo cumplimiento, por las
características propias de un lugar tan inadecuado para su detención. Esto
implicaba que los terroristas podían comunicarse entre sí, sin que los guardias
se enteraran, y así coordinar los movimientos que quisieran realizar en grupo.
La
noche del 22 de agosto hicieron su intento. Cebados todavía por la impunidad
gozada en el penal anterior, durante una de las inspecciones habituales, los
terroristas promovieron un motín con gran desorden y en un descuido uno de los
detenidos -Mario Pujadas- se abalanzó sobre el Oficial de Guardia que recorría
los pasillos y le arrebató el arma. En ese momento se abalanzan todos en tropel
contra el personal militar armado que les apuntaba con pistolas ametralladoras
a corta distancia en ese local cerrado. El oficial intenta arrojarse al suelo
entre los terroristas, ordenando abrir fuego.
El
incidente termina con dieciséis terroristas muertos y tres heridos graves, que
fueron trasladados de inmediato, por vía aérea, al Hospital de la Base Naval de
Puerto Belgrano. Luego de las atenciones médicas recibidas y de las intervenciones
quirúrgicas practicadas, se logró salvarles la vida.
Los
terroristas caídos en su ley
Alberto
Carlos Del Rey (FAR); Alfredo Elías Kohon (FAR); Ana María Villarreal de
Santucho (esposa de Roberto Santucho; ERP); Carlos Astudillo (FAR); Clarisa
Rosa Lea Place (ERP); Eduardo Adolfo Capello (ERP); Humberto Adrián Toschi
(ERP); Humberto Segundo Suárez (ERP); Jorge Alejandro Ulla (ERP); José Ricardo
Mena (ERP); María Angélica Sabelli (FAR); Mariano Pujadas (Montoneros); Mario
Emilio Delfino (ERP); Miguel Angel Volpi (ERP); Rubén Pedro Bonet (ERP); Susana
Graciela Lesgart (pareja de Vaca Narvaja; Montoneros).
La
terrorista muerta Ana María Villareal de Santucho, asesina del guardiacárcel
Valenzuela, pasó desde entonces a desempeñar el rol de inocente víctima en la
falsa historia montada... pasando al olvido su asesinato del miembro del
Servicio Penitenciario.
Algunos
de los terroristas muertos fueron velados en la sede de la CGT en Buenos Aires,
en el mismo lugar donde en 1973 sería velado el Secretario General José Ignacio
Rucci, asesinado por Montoneros según directiva expresa de su conducción
superior.
Fusilamiento
con SOBREVIVIENTES: sólo en la Argentina socialista...
Posiblemente
como único caso en la historia universal, un fusilamiento "fríamente
planificado por los milicos asesinos" dejó SOBREVIVIENTES (???????):
Los
tres terroristas heridos, trasladados al Hiospital Naval de la base Naval
Puerto Belgrano (cercan a Bahía Blanca) y salvados por médicos navales fueron
Alberto Miguel Camps (FAR), María Antonia Berger (Montoneros), y Ricardo René
Aidar (Envar el Kadre; Montoneros).
Lo
interesante y más misterioso de esta historia es que estos tres terroristas
SOBREVIVIERON DOS VECES: la primera, al "fusilamiento" en que cayeron
sus otros cómplices; la segunda... ¡¡¡A LOS TIROS DE GRACIA!!! supuestamente
realizados por los oficialles de la Armada. Estos "tiros de gracia"
fallidos son mencionados en varias documentales que relatan el hecho (versión
terrorista, claro), y por uno de los participantes directos de aquellos
sucesos, hoy miembro importante del gobierno K., Eduardo Luis Duhalde, que en
aquel momento era abogado de varios de los terroristas, junto a sus colegas Rodolfo
Ortega Peña, Mario Hernández, Rodolfo Sinigaglia, Rodolfo Mattarolo y otros..
Al respecto, esto relató Duhalde en 2002: "...María Antonia Berger sintió
el impacto en el estómago, vio a sus compañeros que caían heridos o trataban de
protegerse en las celdas y se arrojó en la suya. Escuchaba los gritos de dolor,
las puteadas y las órdenes. Sobre todo escuchaba los tiros de gracia. A medida
que se acercaban, iban acallando las voces. Vio a un oficial en el umbral de su
celda con una pistola en la mano. Desde el suelo lo vio acercarse y apuntarle a
la cabeza. Sintió el disparo y la cabeza le estalló, aunque seguía viva.
Escuchó voces pero no la atendían mientras se desangraba por el estómago y la
mandíbula...".
O
sea: la fusilan, pero fallan; le dan el tiro de gracia, pero fallan; la dejan
desangrarse... para después salvarle la vida. Notable, cuanto menos...
Sobre
los sobrevivientes, una de las tantas versiones terroristas de los hechos
-disponibles a montones en internet- dice que "...Sobre el amanecer (del
mismo 22 de agosto) comenzó a pergeñarse la mentirosa versión oficial, según la
cual Mariano Pujadas habría intentado arrebatarle la pistola a un oficial,
fábula que sirvió para explicar la brutalidad de la masacre. María Antonia
Berger, Albeit Camps y Ricardo Aidar, aunque malheridos, salvaron sus vidas por
un descuido de sus verdugos...") (Si, leyeron bien: por un DESCUIDO....).
Parte
de guerra
La
"operación" terrorista fue anunciada "al pueblo" en un
parte de guerra, cuyo comienzo reproduzco más abajo. Para los que siguen
diciendo que aquí no hubo una guerra: fíjense los términos, el lenguaje, los
métodos...
"Operación
Rawson
Parte
de Guerra N° 1, 15 de agosto de 1972
A
nuestro Pueblo:
En
el día de la fecha el Comando Carlos Olmedo de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias, el Comando Luis Pujals del Ejército Revolucianario del Pueblo,
y el Comando conjunto de prisioneros de guerra de las organizaciones
Montoneros, ERP y FAR, realizaron una operación de rescate de prisioneros de
guerra procediendo a la toma del penal y luego de ello se retiraron de la zona.
En
los próximos días el ERP y las FAR proseguirán emitiendo partes de guerra
informando a nuestro pueblo sobre el
desarrollo de esta operación...".
El
parte de guerra terminaba con varios slogans "revolucionarios". Uno
rezaba: "A vencer o morir por la Argentina". Para bien de todos los
argentinos, muchos terroristas lograron el segundo objetivo...
Pergeñando
la mentira (la creatividad terrorista)
Con
la amnistía del 25 de mayo de 1973, Camps, Berger y Haidar salieron en
libertad. Al menos los dos últimos pasaron enseguida a la clandestinidad, en
lucha contra el gobierno constitucionalmente elegido por 63% de votos. Todos
perderán sus vidas en esa nueva etapa de la guerra revolucionaria argentina de
los 70.
Los
montos dicen que el mismo 25 de mayo de 1973, y cuando aún no habían abandonado
la prisión, el terrorista Francisco "Paco" Urondo les hizo una larga
entrevista donde relataron los "fusilamientos" (nueva versión
montonera, claro...), pese a que inicialmente, de sus declaraciones -Cámara
Federal de por medio- se pudo constatar la forma en que REALMENTE ocurrieron
los hechos.
Fue
a posteriori, de la mano de Urondo y asesorados e inducidos por el escritor y
oficial montonero perteneciente al sector Inteligencia Rodolfo Walsh, que
alteraron sus declaraciones originales en el sentido que sus superiores en la
"orga" y los abogados les indicaron, comenzando así el mito de la
masacre.
El
episodio, totalmente deformado, pasó a ser parte del folklore de la propaganda
terrorista como un asesinato premeditado y además usado hasta el presente por
algunos oportunistas políticos y por el periodismo en general.
Instalando
la mentira
Para
instalar el verso, toda la maquinaria propagandística del terrorismo puso manos
a la obra. El "reportaje" del líder terrorista Francisco Urondo a los
misteriosos, milagrosos sobrevivientes de los fusilamientos se transformó en un
libro ampliamente distribuído por la izquierda: "La Patria Fusilada"
("...la transcripción, precisa hasta en el registro de la respiración y
los cruces, del testimonio de los únicos sobrevivientes de la masacre...",
dijo alguna vez Pravda/12). El libro -según el diario de Verbitsky- fue escrito
en la cárcel de Villa Devoto, el 24 de mayo de 1973, las vísperas de la
asunción del gobierno de Cámpora que liberaría en horas a todos los terroristas
presos, incluidos infinitamente afortunados sobrevivientes DOS VECES a las
balas navales, y su "entrevistador". Dice Pravda/12 el 22/8/2002:
"En ese contexto, en una celda aislada, los tres milagrosos sobrevivientes
Urondo –un preso "político" más por entonces– se sentaron
"...heridos pero oscuramente victoriosos a reconstruir, de una sola
sentada de nueve de la noche a tres o cuatro de la mañana, todo el episodio,
desde la fuga a la masacre: las circunstancias, el análisis, las
sensaciones..". Poético, novelezco diría yo...
Otro
de sus principales colaboradores fue el escritor Tomás Eloy Martínez, autor de
"La Pasión según Trelew". Martínez vive hoy en el capitalista e
imperialista Estados Unidos de América, cobrando en sucios dólares americanos
su sueldo de Director del Programa de Estudios Latinoamericanos de la Rutgers
University en New Jersey (EE.UU).
La
contratapa de este libro del novelista y periodista hoy residente en USA,
publicado poco después de los hechos de Trelew, dice:
"En
la madrugada del 22 de agosto de 1972, dieciséis guerrilleros fugados del penal
de Rawson y detenidos en la base aeronaval Almirante Zar, de Trelew, fueron
fusilados por sus carceleros. Esos disparos sobre prisioneros a disposición del
Estado argentino prefiguraron el horror que desataría la represión ilegal durante
la dictadura.
Un
poco más tarde, esa misma madrugada, mientras revisaba los últimos detalles de
la edición del semanario Panorama, Tomás Eloy Martínez oyó el repiqueteo de una
teletipo. Se acercó a ver qué novedad podía emitir a esa hora la agencia de
noticias oficial y encontró un texto incomprensible: "Durante un fallido
intento de fuga, quince delincuentes subversivos ANULAR ANULAR ANULAR".
Sospechando una ejecución masiva, Martínez cambió la tapa de Panorama. Al día
siguiente fue despedido, acusado de difundir una información que oficialmente
era falsa...".
Buen
"gancho" para un libro de misterio, o una novela de las que tan bien
escribe Martínez (que en un reportaje concedido al periodista Juan Pablo Neyret
dijo que “Novela significa licencia para mentir”). Pero si ese "ANULAR,
ANULAR..." supuestamente recibido fue tan "periodísticamente"
importante, ¿por qué no ha habido otros testimonios respecto de aquel mensaje
anulado?. ¿O la de la revista Panorama era la UNICA teletipo de un medio de
comunicación funcionando en el país y el mundo?. Por otro lado, ¿por qué no
habla de los sobrevivientes?. ¿Pensará, como nosotros, que eso le resta toda
credibilidad a la historia terrorista?.
Sería
bueno que Martínez produjera otros testimonios que avalaran su versión y
respondiera a nuestros interrogantes, o podríamos permitirnos pensar que su
supuesta "investigación histórica" volcada en este libro es otra más
de sus novelas... Y ya vimos lo que él piensa del género!!!!..
Respecto
de una supuesta relación con la banda terrorista montoneros, su libro sobre los
hechos de Trelew y sus contactos con terroristas, Tomás Eloy Martínez dijo lo
siguiente en una entrevista concedida a Juan Pablo Neyret, ya mencionado
(Universidad Nacional de Mar del Plata – Argentina: “ Perón y Militancia
-Retornando
al tema, ¿es verdad que sotto voce fue el Director, o el Jefe de Redacción, de
la revista Militancia, de Montoneros?
-En
primer lugar, la revista Militancia no era de Montoneros. Era de lo que se
llamaba Peronismo de Base, o Escuadra, o Batallón -no recuerdo bien qué- Sabino
Navarro. No. Tenía una buena relación con [Rodolfo] Ortega Peña y [Eduardo
Luis] Duhalde, que eran los directores de esa revista, y asistía a veces a
algunos cursos de Historia Argentina que daban ellos en ese tiempo, porque me
interesaba el revisionismo que hacían. Nunca escribí una línea en esa revista,
nunca pisé la redacción. Mi mujer de aquella época trabajaba como correctora de
pruebas en Militancia, como un acto no de militancia sino de amistad hacia la
mujer de Ortega Peña, no la última sino la primera. Yo la iba a buscar, pero la
esperaba abajo, nunca subí. No tengo nada que ver con Militancia. No tendría
sentido desmentir, si hubiera tenido algo que ver. Pero no tuve nada que ver,
por desgracia, o por fortuna, no sé. Pero nada que ver, ¿eh? Ésa es una versión
que echó a correr, en un momento dado, un testigo desesperado de la CONADEP
[Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas]. Para sacarse el fardo,
citó mi nombre, tal vez porque me vio esperando abajo, y porque el nombre le
sonó rápido. Pero no tuve nada que ver, ni con la Dirección, que era de Ortega
Peña y Duhalde, quienes no creo que hubieran consentido con otra Dirección, ni
con la redacción. Tenía mucho trabajo en La Opinión, en ese tiempo, y en la
radio. Tenía dos laburos y no tiempo para hacer militancia de ese tipo. Sí
recuerdo, con Ortega Peña y Duhalde, que presentaron La Pasión según Trelew,
haber donado tal vez alguna guita para la revista, en momentos que ellos
necesitaban para la imprenta. Yo recibí algún dinero de La Pasión según Trelew,
y se lo di no para la revista sino con la condición de que fuera para los
familiares de los presos políticos de Rawson, pagando los servicios legales que
ellos estaban prestando. Igual, no tengo recuerdos muy precisos...".
Una
vez más, quien quiera oir que oiga...
Fuentes:
La
Década del 70 (www.ladecadael70.com.ar )
Boletines
Nuestra Historia (http://www.eListas.net/lista/nuestra_historia_70/archivo )
(Para suscribirse a este boletín, envíe un mail a nuestra_historia_70-alta@...)
Diario
Jornada de Trelew
Diario
El Chubut
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Página/12
"La
pasión según Trelew" de Tomás Eloy Martínez
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Horacio Zaratiegui
Catarsis N° 202
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