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lunes, 6 de agosto de 2012

"BASTARDOS SIN GLORIA"...El terrorismo argentino tiene una corte que lo defiende


El terrorismo argentino tiene una corte que lo defiende

Los últimos días han sido pródigos en sucesos promotores del viejo terrorismo, ahora extendido en un proyecto regional como lo hemos sostenido en más de una oportunidad.
Por Carlos Manuel Acuña

Desde la revisión del pasado para proyectarlo hacia adelante hasta la utilización del delito común para desarrollar una función política y partidaria, se ha convertido en una realidad cotidiana aún sometida al asombro y el resquemor. Este extraordinario suceso más otros que han convertido a la Argentina en el país americano con más presos políticos, incluye la prevaricación de los jueces como una señal inequívoca de una decadencia insoportable. Basta con evaluar la evolución de los juicios contra civiles y militares que cumplieron órdenes de gobiernos constitucionales y de facto pero ajustados a las leyes vigentes, para dibujar un escenario alarmante cargado de tensiones. Los vocablos "autoritarismo" y "populistas" ya son comunes en cualquier análisis político realizado localmente o en el exterior y apenas si alcanzan para definir y explicar una situación cuya culminación definida como incierta, apenas si alcanza para vislumbrar un futuro tantas veces calificado de peligroso.
Ayer nomás el país conoció, no sin asombro, más detalles del plan desplegado por el actual director del Servicio Penitenciario Nacional, Víctor Hortel, para adoctrinar a presos comunes, digitar su salida de los penales para hacer número en actos oficialistas y desempeñarse, en esta etapa, como aplaudidores de discursos y propuestas del gobierno. Para colmo, la medida, que transgrede el sentido común y el peso y sentido de las sentencias que se aplica a los delincuentes, ha sido defendido por la presidente de nuestra ex República quien tuvo palabras de elogio para esta medida cargada de ideologismo y alteradora de todo el sistema de seguridad, ya tristemente afectado e inútilmente discutido.
Pero el dislate no concluye con lo que dejamos expresado. Tan solo es un primer paso de otras medidas necesariamente consecuentes y anticipadoras de una anormalidad política que incidirá en la convivencia social y la tranquilidad de los argentinos. Las concurrentes ponderaciones de Hebe Pastor de Bonafini subidas a la red cibernética de comunicación revela que el oficialismo, lejos de callar u ocultar esta iniciativa que comentamos, la reconoce expresamente. Así, pone de manifiesto que ha llegado el momento de las definiciones de fondo pues, de hecho, se ha trazado una línea divisoria dentro de la sociedad argentina. Por un lado, quienes al margen de cualquier simpatía política desean llevar adelante una vida de relación equilibrada y convivencia civilizada y por el otro, quienes se dicen "cristinistas" y consideran que existen enemigos permanentes que es necesario combatir. Podemos aportar ejemplos que no son negados por nadie y mantienen en vilo a la actividad política ¿Acaso el gobernador de Buenos Aires no debe soportar el acoso permanente y la amenaza a su supervivencia...? ¿Acaso desde la Casa Rosada no se lanzó la consigna de "vamos por todo" y se montó una estructura paga llamada La Cámpora? Por razones tácticas, los delincuentes comunes que integran al "Vatayón Militante" que inspira Hortel, sostienen a través de sus voceros que son ajenos al mencionado aparato político que identifica al kirchnerismo pero no duda en apoyarlo y sobre todo, en prometer el respaldo electoral a la misma Cristina.
A partir de este momento, el objetivo ideológico de los años setenta, remozado en sus formas pero afirmado en sucesos y medidas fácilmente reconocibles, quedó instalado en el centro de la actividad cotidiana, por ahora limitada al ámbito urbano y las zonas periféricas. Hace muy poco, casi unas horas, grupos de chicos pertenecientes a sectores sociales relativamente carenciados y dirigidos por elementos mayores, atacaron al público que concurría a un supermercado y extendieron, piedras mediante, su agresión a automovilistas. Las víctimas elegidas fueron principalmente mujeres pero todos fueron maltratados, heridos y robados. La policía, superada en número, nada pudo hacer y comentarios recogidos en el lugar destacaron que "estamos con las manos atadas. Si hay detenciones, enseguida son puestos en libertad y si alguno sufre el más mínimo rasguño, el riesgo lo corren los policías que hasta pueden ir presos y perder su trabajo..."
La situación descripta, conocida y sin reacciones oficiales, tenderá a acentuarse con el correr de los días. La falta de penalidades, el ideologismo y la demagogia, agudizan una situación que en el ámbito carcelario, rápidamente es aprovechada por los reclusos que logran, incluso, imponer su voluntad a los penitenciarios. Prebendas, preferencias y hasta castigos a terceros, alteran la disciplina interna y prometen desbordes que trascenderán los muros de los presidios ¿Cual es la finalidad...? Por el momento la respuesta es relativamente difícil pero los augurios no son edificantes y deben ubicarse en un panorama general que se agravará progresivamente.
En el campo de las definiciones, anteanoche, la opinión pública conoció otro acontecimiento concurrente. La Corte Suprema de Justicia, incluyendo a su propio presidente, Ricardo Lorenzetti, consideró "prescripta y definitivamente concluida" la acción penal contra los responsables de la bomba colocada el 4 de julio de 1976 en el colmado salón comedor de Coordinación Federal de la Policía Federal Argentina; estalló pasadas las 13 con un saldo de 23 muertos en el acto, otro, herido, a los pocos días y unos 60 heridos y mutilados entre oficiales y suboficiales de la Fuerza y una civil que se encontraba de visita. Las fotografías que reproducimos fueron seleccionadas entre las de menor impacto, pues los miembros arrancados, los cuerpos destrozados y la sangre que salpicaba el recinto, ofrecieron un espectáculo dantesco e impresionante.
La acción legal instrumentada por parientes de víctimas contaron con el patrocinio del abogado José María Sacheri pero además de Lorenzetti, los ministros Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni y Elena Highton de Nolasco, consideraron que no se trataba de un delito de "lesa humanidad", con lo que se puso punto final al reclamo de los deudos. De esta manera, el jefe de Montoneros, Mario Firmenich, quien fuera jefe de Inteligencia de la organización armada, Horacio Verbitsky - ahora asesor presidencial - Laura Silvia Sofovich, Marcelo Kurlat, Miguel Ángel Lauletta, Lila Victoria Pastoriza y Norberto Habbegger, quedaron despegados de cualquier clase de investigación que de todos modos, no se hará en absoluto. No obstante, se supo y así fue publicado reiteradamente y hasta reconocido por publicaciones de montoneros, que no fueron ajenos al horrible suceso quien fue un permanente planificador de asesinatos y atentados, Rodolfo Walsh, el actual diputado nacional Miguel Bonasso y el ex policía llamado Salgado, que fue quien colocó el artefacto explosivo tipo vietnamita, llamado así por los terribles efectos que producían las esquirlas. Lo interesante es que la organización reconoció que había cometido un acto de guerra y que a la inversa de lo que sucede con los actuales presos políticos, condenados a cadena perpetua por simples sospechas, todos los jueces intervinientes en las distintas instancias de este caso emblemático, coincidieron en que estaba fuera de los alcances de la definición de "lesa humanidad".
Aunque "Vatayón Militante" y "La Cámpora" no tengan vinculación directa con esta decisión del máximo organismo judicial, todos estos asuntos poseen una interrelación de hecho que configuran delitos, prejuicios ideológicos, animosidades determinantes de las conductas judiciales, lo cual posee un contenido de enorme carga que sin duda, tendrá una repercusión futura habida cuenta de su lamentable claridad. Visto está que la proyección política de la Nación no podrá escapar del enorme peso que todo esto significa y que ya forma parte de una realidad prometedora de circunstancias todavía más difíciles de las que se viven.
Cuando días atrás anticipamos lo que ocurría dentro y fuera de las cárceles y suministramos las primeras fotografías de pintarrajeadas en las paredes de Villa Devoto, ese suceso fue tomado como un rumor más, una de las tantas excentricidades del kirchnerismo que busca con bastante éxito - hay que reconocerlo - apartarse de la normalidad y del espíritu y contenidos de las leyes. Para adquirir un mayor respaldo, hasta un ministro de la Corte Suprema de Justicia aceptó esta insólita iniciativa aunque estableció ciertos límites que en la práctica, no son respetados.
Por lo que sabemos, el personal del Servicio se resiste sin éxito a este permisivismo que apenas si ha comenzado y que por el momento está supeditado al dictado de principios políticos e ideológicos y a la realización de fiestas entre reclusos de ambos sexos. Podrá imaginar el lector hasta donde podrá evolucionar esta insólita situación que pone en la calle - por ahora de manera transitoria - a delincuentes que violaron, asesinaron y cometieron toda clase de tropelías. "Vatayón Militante", "La Cámpora", los discursos de Cristina plagados de un contenido inconexo, los jóvenes e inexpertos asesores ubicados en puestos de responsabilidad, son nada más que algunas ejemplificaciones de una sociedad anómica y una abulia que frena o impide reacciones adecuadas. La injusticia manifiesta, la subjetividad para el arbitrario manejo de los Códigos, las reformas que quieren imponerse por encima de las opiniones de quienes tienen derecho y hasta la obligación de expresarlas, constituyen un proceso que convoca al ejercicio de una responsabilidad desafiante.
 "BASTARDOS SIN GLORIA"...El terrorismo argentino tiene una corte que lo defiende...Por la Verdad Histórica...Y vos: ¿de que lado estas?...Comentado y publicado por Miguel...
 http://porlamemoria-miguel.blogspot.com

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