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viernes, 6 de julio de 2012

"BASTARDOS SIN GLORIA"...Recorriendo la historia por la Verdad Histórica...

Tema 1

12 de octubre de 1973. Perón (78 años), asume su tercera presidencia.

Jorge Fernández Zicavo
La doctrina represiva de la subversión marxista armada que aplicaría el Estado argentino en todo el territorio nacional a partir del Decreto 2772 del 6 de octubre de 1975, había comenzado a gestarse tras los acontecimientos ocurridos el 25 de mayo de 1973.

En aquella convulsa jornada, Héctor José Cámpora fue investido presidente de la República en su condición de candidato-puente del proscripto y exiliado general Perón. Estaba previsto -según lo negociado entre éste y el entonces presidente de facto, general Alejandro Agustín Lanusse- que Cámpora renunciara a los pocos meses y convocara nuevas elecciones, ya con el anciano líder en el país y como candidato a la presidencia. El lema de la campaña fue "Cámpora al gobierno, Perón al poder".

Como anticipo de una ofensiva izquierdista programada, Cámpora sólo invitó a las ceremonias a dos presidentes latinoamericanos marxistas: Salvador Allende (Chile), Osvaldo Dorticós (Cuba), y al general "antiimperialista" Omar Torrijos (Panamá).

Tras una noche de vértigo, en la que unos 3.000 izquierdistas pretendían derribar las puertas de la cárcel de Villa Devoto para liberar a los "combatientes populares", Cámpora, estrictamente vigilado por los jefes montoneros que durante la campaña electoral le habían apoyado con grandes movilizaciones organizadas por su aparato de superficie JP (Juventud Peronista), procedió a firmar los Decretos redactados por su ministro del Interior y abogado defensor de "presos políticos de la dictadura militar", Esteban Righi.

1- Liberación inmediata de los 1.100 terroristas encarcelados por la Cámara Federal en lo Penal creada por el gobierno de Lanusse el 28 de mayo de 1971 para combatir legalmente a la subversión armada.

Nota: Las 8.927 causas abiertas durante esos dos años, permiten hacernos una idea de cómo era la vida cotidiana de los argentinos: 12 homicidios, secuestros, atentados explosivos, atracos a bancos, y ataques a fuerzas militares y de seguridad, diarios.

2- Disolución de la citada Cámara y cesantía de sus jueces.

3- Anulación de un artículo del Código Penal que penalizaba con prisión perpetua y/o pena de muerte, el asesinato de militares, policías y jueces.

A continuación, dispuso que aviones de Aerolíneas Argentinas y de Austral trajeran a la ciudad de Buenos Aires a los terroristas presos en cárceles del interior para ser homenajeados como "guerrilleros" heroicos y románticos, y autorizó que pistoleros montoneros formaran una custodia presidencial paralela a la oficial, tal como había hecho Allende en Chile con los terroristas del MIR.

El martes 27, el Indulto fue ratificado en el Congreso de la Nación por todos los partidos políticos mediante la Ley de Amnistía 20.508; una ley surrealista y criminal cuyo Artículo 1º consagró la impunidad penal para "los delitos perpetrados por móviles políticos, sociales, gremiales o estudiantiles antes del 25 de mayo de 1973... cualquiera sea el bien jurídico lesionado". O sea: incluidos los asesinatos y homicidios que lesionaron el bien jurídico primordial del derecho a la vida.
Conviene repetirlo: esta ley criminal contra el Estado, la Constitución y el Código Penal fue votada por los diputados y senadores de todos los partidos políticos.

Exultantes ante esta rendición del Estado que les daba "licencia para matar", las izquierdas armadas iniciarían la segunda fase de la guerra revolucionaria aumentando espectacularmente su accionar a nivel de pistolerismo gangsteril -asesinatos de políticos, militares y sindicalistas peronistas ortodoxos, secuestros extorsivos, atracos a bancos, etc.-, y paramilitar: ataques a unidades del Ejército.

A las pocas horas dejaron clara su posición ante el nuevo "gobierno popular". Ese mismo lunes 26, el trotskista ERP (ejército revolucionario del pueblo), festejó la liberación de sus líderes copando y desarmando a efectivos de la Gendarmería Nacional que custodiaban una central nuclear; y tres días después, Montoneros y las FAR (fuerzas armadas revolucionarias), entregaron a la prensa una declaración conjunta, dirigida en realidad al verdadero detentador del poder entre bambalinas, el general Perón:

Nuestra estrategia sigue siendo la Guerra Integral, es decir, la que se hace en todas partes, en todos los momentos y por todos los medios, con la participación de todo el pueblo en la lucha y utilizando los más variados métodos de acción, desde la resistencia civil, pasando por las movilizaciones, hasta el uso de las armas.

El 28, el gobierno Cámpora estableció relaciones diplomáticas con los Estados comunistas de Cuba, República Democrática Alemana, Vietnam del Norte y Corea del Norte. El 6 de junio se disolvió la División de Informaciones Policiales Antidemocráticas (DIPA) de la Policía Federal y se ordenó destruir sus archivos.

Resumiendo: las organizaciones terroristas llegaron a la conclusión de que el gobierno de Cámpora, y el que le relevara, presidido por Perón, continuarían aplicándoles la misma política represiva legalista del anterior gobierno militar: juicio y cárcel. Aunque, especulaban, eso ocurriría en contadas ocasiones, pues esperaban que su campaña de terror contra los jueces de la Cámara Federal en lo Penal (seis se exiliaron, dos fueron objeto de atentados fallidos y Jorge Vicente Quiroga fue asesinado por el ERP-22), paralizara a muchos jueces. Y no se equivocaron.
También muchos policías decidieron no jugarse la vida durante el arresto de un terrorista que quedaría en libertad a las pocas horas; o meses después, mediante alguna graciosa Amnistía.

Ante este nuevo escenario de impunidad, con un Estado de Derecho arrasado por el pacto camporista-montonero y el conjunto de los partidos políticos, todas las organizaciones terroristas "hermanas" se volvieron más agresivas y omnipotentes, porque comprobaron que su "política de las armas" contra el "Estado burgués-capitalista aliado al imperialismo yankee", era correcta. Ésta se basaba en la hipótesis de que la utilización sistemática del terror contra el Estado y la población civil desafecta, a la larga resultaría insoportable para los gobiernos represivamente supeditados a un viejo Código Penal que no contemplaba los delitos vinculados al fenómeno del terrorismo político.

Por su parte, las Fuerzas Armadas, el Movimiento Peronista, los empresarios, los dirigentes sindicales, la prensa, y la sociedad civil anticomunista en general, llegaron a una conclusión obvia: que la vía legal utilizada hasta entonces por la dictablanda militar para combatir a las organizaciones terroristas quedaba definitivamente descartada, pues, como se demostró el 25 de mayo, la prerrogati-va política del Indulto y Amnistía decretada por el Poder Ejecutivo bastaba para impedir el cumplimiento íntegro de las penas y permitía reiniciar, una y otra vez, nuevos ciclos históricos de terror que acabarían conduciendo a una guerra civil generalizada.

¿Y Perón?
Su posición era inequívoca, y racional, puesto que este polifacético personaje fue ante todo y sobre todo, un estadista: el único político argentino que elaboró una doctrina de Estado, resumida en lo interno por su modelo socialdemócrata de Comunidad Organizada y en lo internacional por su teoría de la Tercera Posición.

Como buen estratega, el general había manipulado tácticamente a las "formaciones especiales del Movimiento" (Montoneros-FAR-FAP), en su partida de ajedrez con el general Lanusse. En su carta a Montoneros (20.02.1971), respondiendo la suya del 09.02.1971, el viejo zorro les halagó con frases como estas: "la importantísima función guerrera de Montoneros en nuestro Movimiento" (...) "en la guerra revolucionaria todo es lícito si la finalidad es conveniente".

Pero, una vez conseguido el objetivo de retornar al país y al poder mediante el alfil Cámpora apoyado por los peones montoneros, como jefe del Movimiento y Presidente de la República comenzó a recomendarles (en realidad, ordenarles), que abandonaran la lucha armada y se limitaran a la militancia política para contribuir a los éxitos del nuevo gobierno peronista.
La lucha armada había sido táctica (de su carta: "la guerra de guerrillas no es un fin en sí misma, sino un medio para desgastar al enemigo"), pero de ninguna manera estratégica, como afirmaba Montoneros en la suya: "no interferiremos el ala política del Movimiento, pero nos mantendremos en la actividad, señalando la vía armada como único método estratégicamente correcto para la toma del poder" (...) "somos una opción estratégica, y por lo tanto, no subordinaremos nuestro accionar a una acción táctica". O sea, que en 1973 mantenían radicalmente lo dicho en 1971 y desacata-ban el liderazgo de Perón: "Nuestra estrategia sigue siendo la guerra integral".

Para evidenciar la nueva relación Perón-Montoneros y demás "organizaciones armadas", reproducimos algunos fragmentos de sus discursos pronunciados durante 1973 y 1974. En ellos podremos apreciar cómo el desafío de estas organizaciones fueron agotando su paciencia y radicalizándole.


EL CAMINO DE NUESTRA REVOLUCIÓN
Leído en la CGT (Confederación General del Trabajo), el 30 de julio de 1973.

Tras la renuncia de Cámpora, forzada por Perón tras los gravísimos enfrentamientos armados entre Montoneros y la derecha sindical peronista el 20 de junio en Ezeiza, ejercía interinamente la presidencia de la República el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Alberto Lastiri.

Cuando se habla de revolución, algunos creen que se hace a fuerza de bombas y de balazos. Revolución, en su verdadera acepción, son los cambios estructurales necesarios que se practican para ponerse de acuerdo con la evolución de la humanidad, que es la que rige todos los cambios que han de realizarse. Por eso, a esta muchachada apresurada, hay que decirles, como le decían los griegos creadores de la revolución: "Todo en su medida y armoniosamente". Así llegaremos. No llegaremos por la lucha violenta: llegaremos por la acción racional e inteligente realizada en su medida, y armoniosamente.

UNA REVOLUCIÓN EN PAZ PARA TODOS LOS ARGENTINOS
21 de septiembre de 1973
Difundido por la Radio y Televisión oficial. Cierre de la campaña electoral para los comicios del día 23.

Dos semanas antes, el día 6, una compañía del ERP había copado el Comando de Sanidad del Ejército en la ciudad de Buenos Aires, muriendo en el combate que se produjo a continuación el teniente coronel Raúl Juan Duarte Ardoy, del Regimiento de Infantería 1º "Patricios".

(…) Es indiscutible que dentro de la situación en que se vive y en la que se han alterado gravemente los fundamentos del orden y la convivencia, reemplazados por un activismo no siempre justificado ni constructivo, el Estado se ve precisado a recurrir a un rigor que nosotros preferiríamos sustituir por la persuasión, que siempre resulta más efectiva cuando media la comprensión y la buena voluntad.

(...) Así como cada argentino tiene el derecho de vivir en seguridad y pacíficamente, y el gobierno tiene el irrenunciable deber de asegurarlo, no es menos cierto que la ciudadanía ha de cooperar en lo que de ella dependa, para que tales circunstancias puedan cumplirse en orden y tranquilidad.

(...) Por eso, ni es concebible, ni puede aceptarse como natural, la existencia de fuerzas organizadas para imponer designios de sectores extraños por medios violentos, mientras el resto de la ciudadanía desarmada debe asistir indefensa al atropello y el delito.

En tales casos, no puede esperarse de la acción gubernamental sino la imposición de la ley por el medio que sea. De ello se infiere que tales organizaciones han de colocarse cuanto antes dentro de la ley, o han de ser sometidas aunque sea por la fuerza, como deber ineludible del gobierno.

Para que todo ello pueda ser realizado racionalmente y con provecho cierto, es preciso también que la juventud se persuada de que la lucha activa ha terminado, y que comienza otra lucha, no menos importante, por la Reconstrucción y la Liberación de la Patria, en la que hay que llegar a la unidad nacional cohesionada con una solidaridad de todos los argentinos que sea garantía de una paz indispensable para la Reconstrucción.
El 23 de septiembre, dos días después de este discurso, se celebraron las elecciones que la candidatura Perón - "Isabel" Perón ganó con el 62% de los votos, y el Poder Ejecutivo ilegalizó al ERP por el delito de Sedición, mediante el Decreto 1454/73.

El 25, Montoneros y las FAR declararon la guerra al viejo líder asesinando a José Ignacio Rucci, Secretario General de la CGT y uno de los dirigentes peronistas doctrinalmente más ortodoxos y estimados por Perón.

Éste a su vez, también les declaró la guerra mediante una Orden Reservada emitida por el Consejo Superior Peronista el 1 de octubre. En ella se ordenaba "movilizar todos los elementos humanos y materiales del Movimiento Nacional Justicialista en una guerra contra los grupos marxistas, terroristas y subversivos que de forma sistemática atacan al Movimiento y a sus dirigentes… grupos marxistas infiltrados en los cuadros del Movimiento para desvirtuar los principios doctrinarios del justicialismo y presentar posiciones aparentemente más radicalizadas".
O sea, Montoneros y las FAR que, continuando con su desacato al liderazgo de "un Perón traidor que una vez en el poder había girado a la derecha", se fusionarían el 12 de octubre, precisamente el día en que "el viejo, que ya no hablaba de Socialismo Nacional", asumió su tercera presidencia.
Entre varias medidas referentes al combate político contra los infiltrados, en la Orden Reservada se decidía formar un "sistema de Inteligencia" coordinado por un organismo central específico.


MENSAJE A LA NACIÓN ARGENTINA
Transmitido por la Radio y Televisión oficial el 4 de febrero de 1974.

Dos semanas antes, entre la noche del 19 de enero y la mañana del 20, el ERP había copado una importante guarnición del Ejército en Azul, provincia de Buenos Aires, asesinando a su comandante, el coronel Gay, y a su esposa; y secuestrando al teniente coronel Ibarzabal, a quién finalmente asesinarían.

Esperamos también que la juventud argentina se capacite y organice, al punto de ser una garantía de éxito futuro en el trasvasamiento generacional indefectible.
Esta juventud ha de pensar que tanto vale el número en que ha de congregarse como la calidad de los dirigentes que los encuadren y conduzcan. No deben olvidar, sobre todo, que la lucha ha terminado en sus formas cruentas; comienza el trabajo constructivo y creador donde cada uno tiene una misión que cumplir.

Han elegido un gobierno. Espero que haya sido para obedecerle y cumplir sus designios ideológicos y doctrinarios preestablecidos. Las desviaciones, abiertas u ocultas, como los engaños preconcebidos, ni tienen razón de ser ni pueden ser tolerados en la hora histórica que nos toca vivir.


En la noche de aquel sangriento domingo 20 de enero, Perón, ya Presidente de la República desde el 12 de octubre de 1973, se había dirigido al país por radiotelevisión y acompañado por la vicepresidenta, los ministros, los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, y los comandantes en jefe del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Reproducimos algunos párrafos de su discurso:

(...) Ya no se trata sólo de grupos de delincuentes, sino de una organización que, actuando con objetivos y dirección foráneos, ataca al Estado y a sus Instituciones como medio de quebrantar la unidad del pueblo argentino y provocar un caos que impida la reconstrucción y la liberación en que estamos empeñados. Es la delincuencia asociada a un grupo de mercenarios que actúan mediante la simulación de móviles políticos tan inconfesables como inexplicables.

(...) En consecuencia, el Gobierno Nacional, en cumplimiento de su deber indeclinable, tomará de hoy en mas las medidas pertinentes para atacar al mal en sus raíces, echando mano a todo el poder de su autoridad y movilizando todos los medios necesarios.

El Movimiento nacional Justicialista movilizará, asimismo, sus efectivos para ponerlos decididamente al servicio del orden y colaborar estrechamente con las autoridades empeñadas en mantenerlo.

Pido, asimismo, a todas las fuerzas políticas y al pueblo en general, que tomen partido activo en la defensa de la República, que es la afectada en las actuales circunstancias. Ya no se trata de contiendas políticas parciales, sino de poner coto a la acción disolvente y criminal que atenta contra la existencia misma de la patria y sus instituciones, que es preciso destruir antes de que nuestra debilidad produzca males que pueden llegar a ser irreparables en el futuro

El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que anhelamos una patria justa, libre y soberana, lo que nos obliga perentoriamente a movilizarnos en su defensa y empeñarnos decididamente en la lucha a que dé lugar. Sin ello, ni la reconstrucción nacional ni la liberación serán posibles
.

Por primera vez, Perón proponía oficialmente que los partidos políticos y todo el pueblo argentino se implicaran en la tarea de "aniquilar" el terrorismo marxista.

El lunes 21, en su condición de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, envió un radiograma a todas los comandos y unidades, del que reproducimos este fragmento:

(...) La decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz, y el repudio unánime de la ciudadanía, harán que el reducido número de psicópatas que va quedando sea exterminado uno a uno para el bien de la República.

El martes 22 mantuvo una tensa reunión -televisada en directo para todo el país-, con los nueve diputados de la Juventud Peronista (Montoneros), que se negaban a votar en el Congreso una ley que redefiniera en el Código Penal el delito de "asociación ilícita" para endurecer las penas a los delincuentes subversivos. Como no hubo acuerdo, al día siguiente los expulsó del Movimiento -al igual que a Cámpora- y les ordenó renunciar a sus escaños en la Cámara.
En esa reunión Perón se explayó sobre la nueva doctrina contra-terrorista del Estado que venía considerando. Reproducimos unos párrafos de su larga y belicosa respuesta a los montoneros:

Para nosotros es un problema bien claro. Queremos seguir actuando dentro de la ley y para no salir de ella necesitamos que la ley sea tan fuerte como para impedir esos males.

Si no tenemos la ley, el camino será otro; y les aseguro que puestos a enfrentar la violencia con la violencia, nosotros tenemos más medios posibles para aplastarla; y lo haremos a cualquier precio, porque no estamos aquí de monigotes.

Nosotros vamos a proceder de acuerdo con la necesidad, cualquiera sean los medios. Si no hay ley, fuera de la ley, también lo vamos a hacer, y lo vamos a hacer violentamente. Porque a la violencia no se le puede oponer otra cosa que la propia violencia. Eso es una cosa que la gente debe tener en claro, pero lo vamos a hacer; no tenga la menor duda
.

Según un testimonio, que por los detalles parece verosímil, a continuación Perón convocó al comisario mayor (retirado) de la Policía Federal, y buen conocedor de las organizaciones subversivas, Alberto Villar, para encargarle que creara una fuerza contraterrorista civil, obviamente clandestina. Existiera o no esa reunión, lo cierto es que pocos días después Villar fue reincorpora-do, ascendido a comisario general y nombrado sub-jefe de la PFA. Posteriormente, siendo jefe de la fuerza, sería asesinado por Montoneros el 1 de noviembre de 1974.
La organización, un escuadrón de la muerte al estilo de la OAS francesa que operó en Argelia, fue bautizada como Alianza Anticomunista Argentina (AAA) y controlada políticamente por el secretario privado de Perón y Ministro de Bienestar Social, José López Rega, aunque en realidad la sigla AAA también fue utilizada por diferentes grupos de la extrema derecha peronista. Se calcula que durante 1974 y 1975, ejecutaron a unas 400 personas vinculadas al terrorismo marxista.

Aniquilación y/o exterminio. La futura doctrina represiva de la subversión marxista ya está claramente definida en lo esencial.


CUANDO EL PUEBLO SE DECIDE A LUCHAR SUELE SER INVENCIBLE
12 de junio de 1974 (17:30 horas)
Discurso desde los balcones de la Casa Rosada ante una concentración en la Plaza de Mayo. Sería el último. Falleció diecinueve días después.

Mientras nosotros no descansamos para cumplir la misión que tenemos, y responder a esa responsabilidad que el pueblo ha puesto sobre nuestros hombros, hay muchos que pretenden manejarnos con el engaño y con la violencia.
_ _ _

El 1º de mayo de 1974 se había producido la espectacular y definitiva ruptura pública entre los Montoneros y Perón en la Plaza de Mayo. La astuta estrategia de infiltrarse en el Movimiento Peronista en 1970 presentándose ante la clase obrera como "soldados de Perón", había llegado a su fin. Las imágenes de los montoneros huyendo de la Plaza perseguidos violentamente por militantes de los sindicatos peronistas, consagraron simbólica-mente esa derrota. Aquel peronismo "auténtico" u ortodoxo de la Comunidad Organizada, definitivamente extinguido con la muerte de su ideólogo y líder, era una formidable muralla ideológica, política y sociológica contra la subversión marxista.
Ojalá que en el futuro el pueblo argentino no tenga que lamentar esa pérdida.

A finales de mayo comenzó a operar en la selva de Tucumán la Compañía de Monte "Ramón Rosa Jiménez" del ERP (100 combatientes). En agosto el ERP copó la Fábrica Militar de Explosivos de Córdoba, pero fracasó al intentarlo en el Regimiento de Infantería Aerotransportada 17º de Catamarca.

En septiembre, Montoneros, ya políticamente aislados de la masa peronista tras ser desenmascarados por Perón como infiltrados, y cada vez más acosados por la Triple A, comunicó que todos sus aparatos políticos, sindicales y estudiantiles de superficie integrados en la JP pasaban a la clandestinidad. A partir de ese momento, toda la militancia fue militarizada. Ese mismo mes llevaron a cabo el secuestro de los hermanos y empresarios Born, que les reportó la entonces fantástica cifra de 60.000.000 de Dólares.

El 6 de noviembre, tras el asesinato del Jefe de la Policía Federal, Alberto Villar, y de su esposa, el Poder Ejecutivo decretó el Estado de Sitio "para erradicar expresiones de una barbarie patológica que se ha desatado como forma de un plan terrorista aleve y criminal contra la Nación toda".


Tema 2

Generales de Brigada Luciano Benjamín Menéndez, Acdel Vilas y Antonio BussiJorge Fernández Zicavo
1975

Ante los escasos resultados obtenidos por la Gendarmería, Policía Federal y la V Brigada de Infantería de Monte contra la Compañía "Ramón Rosa Jiménez" del ERP en Tucumán, el 5 de febrero de 1975 el gobierno presidido por María Estela Martínez de Perón ordenó mediante el Decreto 261/75:

El Comando General del Ejército procederá a ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos que actúan en la provincia de Tucumán.

Para ello se puso en marcha el Operativo Independencia al mando del general de brigada Acdel Edgardo Vilas, que asimismo fue nombrado comandante de la citada V Brigada, y gobernador de la provincia. Hasta entonces, Vilas era el Director de la Escuela Superior de Estudios Militares.

Con el Operativo Independencia se inició la segunda fase de la contraofensiva termidoriana "blanca" que, a diferencia de la anterior (AAA), sería estatal y militar.

En este Operativo, el Ejército Argentino aplicó la doctrina del Ejército francés en materia de guerra revolucionaria, elaborada a partir de sus campañas en Indochina y Argelia. Desde 1956, oficiales franceses venían impartiendo cursos en la Escuela Superior de Guerra de Buenos Aires, por los que pasaron cientos de oficiales.
Vilas fue uno de ellos. Su libro de cabecera era Guerra, Subversión, Revolución, del coronel y jefe de la Agrupación de Comandos Mixtos Aerotransportados de la Infantería de Marina francesa, Roger Trinquier, que sistematizó las enseñanzas de los generales de las Fuerzas Especiales, Paul Aussaresses, y Jacques-Emile Massu, el comandante de la X División de Paracaidistas (Trinquier fue el sub-comandante), que llevó el peso de las operaciones contraterroristas urbanas durante la "Batalla de Argel".

Esta doctrina francesa, en su variante de contraterrorismo urbano, podría resumirse así:

1- La guerra revolucionaria y/o guerra popular concebida por el marxismo, emprendida por fuerzas irregulares y clandestinas integradas por combatientes que son a la vez civiles y paramilitares camuflados en la población, sólo puede ser derrotada mediante un accionar también irregular y clandestino.

Las naciones que la padezcan deben prescindir de las Convenciones de Ginebra pensadas para guerras entre ejércitos regulares de Estado, pues se trata de un tipo de guerra de guerrillas insurgente, asimétrica y "sucia" que combina operaciones militares y terrorismo.

En ocasiones la guerra revolucionaria surge en una colonia contra la metrópoli imperial, para lograr la independencia o liberación nacional (Indochina y Argelia). En otras intenta desatar una guerra civil en el seno de una nación, destinada a tomar el poder e implantar un Estado socialista totalitario de partido único (la estrategia castro-guevarista).

2- Debido a la invisibilidad o anonimato que la "doble vida" proporciona al combatiente-terrorista, el arma decisiva contra la guerra revolucionaria es la Información. Conocer la estructura orgánica y el sistema de seguridad de la fuerza enemiga, es el objetivo primordial. Sólo cuando se la conozca, podrán comenzar las operaciones tácticas destinadas a identificar, localizar y capturar a sus miembros. Sean combatientes-terroristas o "militantes políticos" de superficie.

3- Esa secuencia sólo podrá iniciarse y reproducirse mediante interrogatorios reforzados con una violencia que permita "quebrar" rápidamente al prisionero para impedir que sus camaradas tengan tiempo de buscar nuevos refugios y "limpiar" casas operativas.

4- Una vez obtenida la información que posibilite nuevas capturas, el prisionero será ejecutado sumariamente y se hará desaparecer su cadáver.

5- Cuando esta secuencia comience a funcionar ininterrumpida-mente, los terroristas se verán obligados a pasar a la defensiva y a profundizar su clandestinidad, con el consiguiente aislamiento político y social entre "el pez y el agua".

El mérito del general Vilas fue descubrir que hasta estonces se había estado operando en Tucumán con una hipótesis equivocada: el frente de guerra no estaba en el monte sino en la ciudad capital de la provincia, pues allí se encontraban su comando, su logística, sus comunicaciones y la tropa de relevo y reserva. Si se aniquilaba esta estructura urbana, los guerrilleros quedarían aislados en el monte y sería relativamente sencillo aniquilarlos. Esa fue la clave del éxito. En sólo seis meses de operaciones en la ciudad de San Miguel, el Comité Ejecutivo del PRT-ERP reconoció la derrota y puso fin al frente rural tucumano. Al precio de unos 300 subversivos ejecutados y/o muertos en combate.

Cumplida la misión encomendada, Vilas fue nombrado segundo comandante del V Cuerpo de Ejército con asiento en Bahía Blanca, donde arrasó la importante estructura universitaria de Montoneros. En Tucumán le reemplazó el general de brigada Domingo Bussi, quien en dos meses terminaría con las operaciones de limpieza. Obviamente, Bussi continuó aplicando la doctrina "francesa".

En el año 1975, ERP y Montoneros alcanzaron su mayor potencial en combatientes y logística, pero para el ERP sería también el año de su derrota definitiva.

Empeñado en fundar un ejercito guerrillero regular que pudiera plantearse la posibilidad de aniquilar al Ejército Argentino, consiguió pasar del nivel de Compañía al de Batallón. En abril copó el
Batallón de Arsenales 121º de Santa Fe (sexta unidad del Ejército atacada por ellos), llevándose una importante cantidad de armas. En total, en sus ataques a unidades del Ejército Argentino, el ERP obtuvo un botín de 760 armas: fusiles de asalto, subfusiles, pistolas, ametralladoras pesadas, una ametralladora antiaérea, morteros y lanzagranadas.

Pero el 23 de diciembre fracasó en su séptimo y más ambicioso ataque: el
Batallón de Arsenales 601º de Monte Chingolo, Lanús, Provincia de Buenos Aires, donde esperaban apoderarse de 18 toneladas de armas. Por primera vez atacaron con un Batallón, pero tras una feroz batalla de ocho horas tuvieron unas 130 bajas mortales. Después de esta derrota demoledora, sumada a la de Tucumán, el ERP dejó de operar, y desapareció definitivamente en julio del 76 al morir en combate el comandante Mario Roberto Santucho.

En cuanto a Montoneros (que en agosto había dinamitado una fragata de la Armada y derribado en Tucumán un avión Hércules de la Fuerza Aérea con tropas de la Gendarmería Nacional a bordo, amén de cometer durante todo ese año centenares de homicidios, atentados con explosivos y secuestros), el 5 de octubre llevó a cabo la primera operación de su flamante Ejército Montonero contra el
Regimiento de Infantería de Monte 29º
de Formosa. Tras asesinar salvajemente a diez soldados conscriptos desarmados, tuvieron que huir dejando sobre el terreno 16 combatientes muertos.
La masacre de soldados conscriptos conmocionó al país, y provocó que al día siguiente el gobierno presidido por María Estela Martínez de Perón respondiera con el famoso Decreto 2772:

Las Fuerzas Armadas, bajo el comando superior del Presidente de la Nación que será ejercido a través del Consejo de Defensa, procederán a ejecutar las operaciones militares y de seguridad que sean necesarias a los efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio del país.

En 1975 las fuerzas policiales y militares del Estado, más los grupos derechistas que firmaban Triple A, ejecutaron o dieron muerte en combate a unos 900 subversivos.

_ _ _
1976 - 1979Almirante Emilio Massera, Teniente General Jorge Videla y Brigadier General Orlando Agosti
Tercera y última fase del Termidor argentino. Sus consecuencias son sobradamente conocidas: cumpliendo lo ordenado por el anterior gobierno constitucional en octubre, al que derrocaron el 26 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas aniquilaron la subversión en todo el territorio nacional.

Para el registro histórico, la guerra civil revolucionaria terminó el 12 de noviembre de 1979 (última acción de la contraofensiva montonera), arrojando un trágico saldo de 762 civiles, policías y militares asesinados por los termidorianos "rojos", y 6.000 terroristas ejecutados por los "blancos".

Y dicen... que no hubo una guerra (III)

Hércules C-130 de la Fuerza Aérea derribado por Montoneros al despegar en Tucumán. Transportaba efectivos de la Gendarmería Nacional que regresaban a su unidad en San Juan tras haber operado contra la guerrilla del ERP. Murieron seis gendarmes.


Jorge Fernández Zicavo
Finalizamos esta serie reproduciendo fragmentos de la Causa 13/84 que se refieren a "hechos probados" por el Tribunal que condenó a la pena de Prisión Perpetua al Teniente General Videla y al Almirante Massera, y a cuatro años al Brigadier General Agosti; integrantes de la Primera Junta del Gobierno militar instaurado el 24 de marzo de 1976.


Considerando SEGUNDO
Antecedentes y desarrollo del sistema general en el que se integran los hechos.

CAPITULO I

El fenómeno terrorista tuvo diversas manifestaciones con distintos signos ideológicos en el ámbito nacional con anterioridad a la década de 1970, pero es este año el que marca el comienzo de un periodo que se caracterizó por la generalización y gravedad de la agresión terrorista, evidenciadas no sólo por la pluralidad de bandas que aparecieron en la escena sino también por el gran número de acciones delictivas que emprendieron, e incluso por la espectacularidad de muchas de ellas.

El accionar del terrorismo, por su complejidad y gravedad y por la capital importancia que reviste como necesario antecedente de los hechos objeto de juzgamiento, será motivo de análisis pormenorizado en puntos posteriores, sin perjuicio de lo cual, al solo efecto de ilustrar estadísticamente, con los elementos arrimados a la causa, la intensidad que adquirió a partir de su aparición en el período señalado, puede indicarse que:

a)
Como resultado de la actuación guerrillera en el lapso comprendido entre 1969 y 1979 se computan 21.642 acciones de diversa entidad que se discriminan de la siguiente manera:

Nota de Termidorianos: Por economía del texto reducimos la lista.

5.215 atentados explosivos
1.052 atentados incendiarios
1.748 secuestros
1.501 asesinatos
2.402 robos de armamentos
551 robos de dinero
589 robos de vehículos
36 robos de explosivos
111 robos de documentos
17 robos de uniformes

20 copamientos de localidades
45 copamientos de unidades militares, policiales y de seguridad
22 copamientos de medios de comunicación social
80 copamientos de fábricas

e)
La intensidad de la actuación de estas bandas puede ser evaluada cualitativamente a través de la nómina de hechos delictivos de mayor envergadura acaecidos entre 1970 y 1976.

Nota de Termidorianos: se relacionan 46 delitos. Por economía del texto reducimos la lista.

29-5-70 Secuestro y posterior asesinato del Tte. Gral. Pedro Eugenio Aramburu.

01-07-70 Copamiento de la Localidad de la Calera, Prov. de Córdoba.

29-04-71 Ataque y robo de armamento a un camión militar en la Localidad de Pilar, Provincia de Buenos Aires, donde resulto muerto el Tte. Azúa.

21-03-72 Secuestro y homicidio del Presidente de Fiat Argentina, Sr. Oberdan Salustro, en la Capital Federal.

10-04-72 Emboscada y asesinato del Gral. Juan Carlos Sánchez, Comandante del 2do. Cuerpo de Ejercito, en la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe.

18-02-73 Copamiento armado del Batallón de Comunicaciones 141º y posterior robo de armamentos, en la Provincia de Córdoba.

30-04-73 Asesinato en la vía pública del Contralmirante Hermes Quijada en la Capital Federal.

20-06-73 Enfrentamiento en Ezeiza entre grupos que decían pertenecer al Peronismo, entre los que había infiltrados elementos terroristas que pretendían el asesinato del Gral. Perón a su regreso del exilio. Se produjeron gran cantidad de muertos y heridos.

06-09-73 Intento de copamiento armado al Comando de Sanidad del Ejército en la Capital Federal. En la acción murió el Tte. Cnel. Raúl J.E. Ardoy y algunos soldados resultaron heridos.

25-09-73 Asesinato del Secretario General de la CGT, José Ignacio Rucci.

17-11-73 Secuestro del Gerente del Banco de Londres y América del Sud, Sr. Enrique Niborg Anderson, en la Capital Federal.

19-01-74 Copamiento armado del Regimiento 10º de Caballería Blindada en la Ciudad de Azul, Provincia de Buenos Aires. Allí murió el Cnel. Camilo Gay, su esposa y un soldado. Asimismo fue secuestrado el Tte. Cnel. Ibarzabal, quien sufrió un largo cautiverio antes de ser asesinado.

27-04-74 Asesinato del Juez Dr. Jorge Quiroga en la vía pública, Capital Federal.

15-07-74 Asesinato en un restaurante de Ciudadela, Provincia de Buenos Aires, del ex-Ministro del Interior Dr. Arturo Mor Roig.

10-08-74 Copamiento armado, robo de armamento y secuestro del Mayor Larrabure (asesinato tras largo cautiverio) en la fábrica Militar de Pólvora y Explosivos de la Ciudad de Villa María, Provincia de Córdoba.

01-09-74 Secuestro y extorsión de Juan y Jorge Born (directivos de la firma Bunge y Born), liberados previo pago de un rescate en la Prov. de Buenos Aires.

01-11-74 Homicidio del Comisario Gral. de la Policía Federal Alberto Villar y su esposa, en la zona de Tigre, Prov. de Buenos Aires.

04-12-74 Emboscada y asesinato del Capitán Humberto A. Viola y su pequeña hija, en la Ciudad de San Miguel de Tucumán.

30-12-74 Asesinato del Gerente Gral. de la firma Miluz, Sr. Abeigan y de su gerente de personal, Sr. Martínez, en la Prov. de Buenos Aires.

28-02-75 Secuestro y asesinato del Cónsul de los EE.UU., Sr. John Patrick Egan, en la Prov. de Córdoba.

13-04-75 Copamiento armado y robo de importante armamento al Batallón Deposito de Arsenales 121º, "Fray Luis Beltrán", en Rosario, Prov. de Santa Fe.

04-06-75 Asesinato del Gerente de la Planta "Acindar", Ing. Raúl Gameloni, en la Prov. de Santa Fe.

27-08-75 Atentado con explosivos en la Fragata "Santísima Trinidad", en Río Santiago, Prov. de Buenos Aires.

28-08-75 Atentado con explosivos contra un avión Hércules C130, de la Fuerza Aérea Argentina, en el Aeropuerto B. Matienzo de la Prov. de Tucumán. Murieron 6 miembros de Gendarmería Nacional y 12 quedan gravemente heridos.

05-10-75 Intento de copamiento armado al Regimiento de Infantería de Monte 29º en la Prov. de Formosa. Murieron 11 integrantes del Ejército Argentino y 2 de la Policía provincial.

03-12-75 Emboscada y asesinato del Gral. (R) Jorge Cáceres Monié y su esposa en la Prov. de Entre Ríos.

12-12-75 Asesinato del Intendente de San Martín, Prov. de Buenos Aires, Sr. Alberto Manuel Campos.

23-12-75 Intento de copamiento armado al Batallón Depósito de Arsenales 601º "Domingo Viejo Bueno", en Monte Chingolo, Prov. de Buenos Aires. Murieron 6 hombres del ejército y 31 fueron heridos.

28-02-76 Asesinato de uno de los propietarios de la empresa "Licores Minetti", Sr. Héctor Minetti, en la Prov. de Córdoba.

La actividad a que se hace referencia se desarrolló con intensidad, progresiva y alcanzó su momento culminante a mediados de la década ya que las bandas existentes, dotadas de un número creciente de efectivos, de mejor organización y mayores recursos financieros, multiplicaron su accionar y produjeron, en el lapso posterior a la instauración del gobierno constitucional (Cámpora, 25 de mayo de 1973), la mayor parte de los hechos delictivos registrados estadísticamente para todo el período analizado.
Esta circunstancia puede comprobarse cuantitativamente teniendo en cuenta que:

a) De los 138 delitos contra civiles de los que da cuenta el informe de Policía Federal, 62 se cometieron durante los años 1974 y 1975.

b) De los 21.642 hechos terroristas que computa para toda la década el Estado Mayor General del Ejército, 6.762 sucedieron entre 1974 y 1975.

Capítulo II

La importancia que adquirió la actividad terrorista se refleja objetivamente en que:

A) Se desarrolló en todo el territorio de nuestro país, predominantemente en las zonas urbanas; existiendo, asimismo, asentamientos de esas organizaciones en zonas rurales de Tucumán.
La razón de ser de las distintas formas de guerrilla se explica en el editorial "El comienzo de la guerrilla rural", publicado en el ejemplar N° 35 de "Estrella Roja" (ERP: Ejército Revolucionario del Pueblo) de julio de 1974, donde se consigna que:

"...el accionar guerrillero urbano ha desarrollado ya varios años de experiencias práctica... y las pequeñas unidades que comenzaron el combate en la década pasada, ya se han fortalecido y convertido en unidades de mayor tamaño, de gran capacidad operativa... habiendo intervenido en importantes acciones de carácter estratégico, toma de cuarteles, aniquilamiento de patrulleros policiales y algunos operativos de ajusticiamiento. Estas circunstancias plantean al ERP, elevar a un nivel superior el carácter de la acción político-militar, y comenzamos a desarrollar la acción revolucionaria en el Frente Rural, con el doble objetivo de cubrir una importante necesidad estratégica de la Revolución, como es el actuar en un terreno favorable que permita la construcción de unidades de gran tamaño por un lado, y por otro, organizar nuevas capas populares como el campesinado, para hacer más efectiva la ofensiva que viene librando nuestro pueblo desde hace años..."

Capítulo III

La actividad descripta fue producto de la actuación de una pluralidad de grupos subversivos que en total contaban con un número de algunos miles de integrantes, siendo sus características más importantes su organización de tipo militar que incluyó la creación de normas y organismos propios de tipo disciplinario, su estructura celular, la posesión de un considerable arsenal que utilizaban en sus acciones, y abundantes recursos económicos.

Las modalidades de militarización de estas bandas se acreditan con el material bibliográfico de estudio editado por ellas:

1) "Manual de Instrucción de las Milicias Montoneras", que en distintos capítulos contiene instrucciones sobre orden cerrado, capacitación física y criterios básicos de planificación operativa y logística.

2) Cuerpo de "Manuales sobre Guerrilla Rural", consistentes en documentos de instrucción sobre táctica, supervivencia, topografía, comunicaciones y sanidad, también editados por Montoneros.

3) "Manual de Información e Inteligencia" y "Cartilla de Seguridad" con "Instrucción sobre Procedimientos Operativos", correspondientes a la misma organización.

4) Resolución 001/78 del Ejército Montonero por las que se impone el uso de uniforme, grados e insignias.

5) "Curso de Táctica, Información y Estudio de Objetivos" editado por el Partido Revolucionario de los Trabajadores.

6) "Reglamento para el Personal Militar del Ejército Revolucionario del Pueblo" donde se prevé la conformación de escuadras, batallones, etc.
Especial importancia se asignó, en la organización militar, a la estructuración celular de los cuadros.

El arsenal utilizado por estas organizaciones provenía básicamente del robo a unidades militares, a funcionarios policiales e, incluso, a comercios dedicados a tal actividad.
Cabe destacar que para el adecuado uso de dicho arsenal los elementos subversivos eran adiestrados práctica y teóricamente:

1- Manual Popular de Caños Incendiarios del Ejército Montonero, en el que se instruía sobre la fabricación y uso de tales elementos.

2- Reglamento de Uso del Lanzagranadas SFM/LG22MP

3- Cartilla sobre Seguridad y Armas de uso Defensivo.

4- Manual de Identificación de los elementos de la granada SFM/G5

5- Cartilla sobre Explosivos y Armas Químicas.

6- Manual de Instrucción de las Milicias Montoneras que contiene una cartilla sobre armamentos e instrucciones básicas de tiro y portación de armas, y un cursillo sobre explosivos caseros

Capítulo V

El objetivo último de esta actividad fue la toma del poder político por parte de las organizaciones terroristas, algunas de las cuales incluso intentó, como paso previo, a través de los asentamientos en las zonas rurales de Tucumán ya mencionados, la obtención del dominio sobre un territorio, a fin de ser reconocida como beligerante por la comunidad internacional.

SEXTO
Examen de las causas de justificación alegadas

a.1)
La situación preexistente al 24 de marzo de 1976.

Ya ha quedado suficientemente demostrado, al punto de caracterizarlo como un hecho notorio, que ese fenómeno delictivo asoló al país desde la década de 1960, generando un temor cada vez más creciente en la población, al par que una grave preocupación en las autoridades.

También está fuera de discusión que a partir de la década de 1970 el terrorismo se agudizó en forma gravísima, lo que se manifestó a través de los métodos empleados por los insurgentes; por su cantidad; por su estructura militar; por su capacidad ofensiva; por su poder de fuego; por los recursos económicos con que contaban provenientes de la comisión de robos, secuestros extorsivos y variada gama de delitos económicos; por su infraestructura operativa y de comunicaciones; la organización celular que adoptaron como modo de lograr la impunidad; por el uso de la sorpresa en los atentados irracionalmente indiscriminados; la capacidad para interceptar medios masivos de comunicación; tomar dependencias policiales y asaltar unidades militares.

En suma, se tiene por acreditado que la subversión terrorista puso una condición sin la cual los hechos que hoy son objeto de juzgamiento posiblemente no se hubieran producido.

Además, el Tribunal también admite que esos episodios constituyeron una agresión contra la sociedad argentina y el Estado, emprendida sin derecho, y que éste debía reaccionar para evitar que su crecimiento pusiera en peligro la estabilidad de las instituciones asentadas en una filosofía cuya síntesis, imposible de mejorar, se halla expuesta en la Constitución Nacional.

En consideración a los múltiples antecedentes acopiados en este proceso, especialmente documentación secuestrada, y a las características que asumió el fenómeno terrorista en la República Argentina, cabe concluir que dentro de los criterios clasificatorios que se vienen de expresar, éste se correspondió con el concepto de Guerra Re
volucionaria.Fuente: TERMIDORIANOS...

"BASTARDOS SIN GLORIA"...Recorriendo la historia por la Verdad Histórica...Comentado y publicado por Miguel...
http://porlamemoria-miguel.blogspot.com

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