Presos Políticos de Argentina. La persecución organizada
Julio César Garachico
Sabemos
que la revista Miradas al Sur, comandada.. aunque algunos le digan dirigida,
por el ex miembro de la organización terrorista argentina ERP en la
década del 70, se ensañó con muchas notas sobre el ex policía Julio César Garachico.
Nota tras nota, apuntándole datos al juez, publicando la dirección de su casa y basado siempre en la dudosa declaración del dudoso testigo de apellido López, primer desaparecido del gobierno kirchnerista, Eduardo Anguita dedicó muchas palabras al oficial de la policía bonaerense que hoy es un preso político del régimen que nos gobierna.
Cuando el General Jorge Rafael Videla, o cuando cualquiera de los hombres que combatieron al terrorismo en Argentina dicen que son Presos Políticos, lo dicen porque se los juzgan en tribunales especiales, en juicios armados con jueces no naturales, con testigos de sospechosa memoria prodigiosa, violándoseles todos los derechos y acusándoselos de delitos que no existían como tales en aquella época.
Es que hay
en Argentina toda una ingeniería judicial preparada para encarcelar primero, y
realizar parodias de juicios después, a todos aquellos que combatieron al
terrorismo.
A
Garachico, una vez detenido, el juez lo acusa entre otras cosas, por la muerte
de un tal Marcelo Bettini, oficial del grupo terrorista Montoneros, quien
al ser detenido se suicidó ingiriendo una pastilla de cianuro.
Pues
bien, resulta que La Sala III de la Cámara Federal de La Plata consideró que la
muerte de Bettini, a pesar de comprobarse el suicidio, debía ser considerada un
crimen de lesa humanidad.
He
aquí los porqués del tribunal de la parodia: “Bettini actuó coaccionado como
consecuencia de los medios violentos –e ilegales– desplegados por parte de las
fuerzas represivas durante el operativo, quedando su intervención circunscripta
a decidir entre el suicidio o a ser, muy presumiblemente, detenido por la
Policía provincial e ingresado al circuito represivo que se encontraba activo
en la época”, dijeron los jueces.
La ingeniería judicial que manejan a su antojo las
organización de derechos humanos en Argentina, tiene un nombre: "justicia transicional"
Las
organizaciones de derechos humanos de Argentina, con el CELS a la cabeza, están
trabajando a tiempo completo en la aplicación de este circo judicial... ¿qué es
la justicia transicional?, ellos lo definen así: La justicia
transicional no es un tipo especial de justicia sino una forma de abordarla en
épocas de transición desde una situación de conflicto o de represión por parte
del Estado. Al tratar de conseguir la rendición de cuentas y la reparación de
las víctimas, la justicia transicional proporciona a las víctimas el
reconocimiento de sus derechos, fomentando la confianza ciudadana y
fortaleciendo el Estado de derecho."
Por
más que lo nieguen por definición, la justicia transicional sí es un tipo
especial de justicia.
Y tiene ella varios elementos centrales como las
comisiones de verdad, las indemnizaciones, las acciones penales a los
principales supuestos represores y un elemento central que muchos pierden de
vista: "La Reforma de las Instituciones Públicas implicadas en los abusos -como son
las fuerzas armadas, la policía y los tribunales-, con el fin de desmantelar,
con los procedimientos adecuados, la maquinaria estructural de los abusos y
evitar tanto la repetición de violaciones de derechos humanos graves como la
impunidad."
¿Entiende
ahora un poco más hacia dónde nos llevan los mismos que en los años 70 atacaron
a la República con bombas, secuestros y asesinatos por la espalda?
Con
este tipo de justicia especial para perseguir políticamente a personas, negarle
sus derechos y destruir las instituciones públicas como la justicia, las
fuerzas armadas y de seguridad, un tribunal puede decir sin ponerse colorado
que un terrorista que sale a matar gente y lleva consigo una pastilla de cianuro en el bolsillo
para no caer detenido, es un joven idealista que al ser atrapado fue obligado a
suicidarse. Y por lo tanto, la parodia de justicia entiende que el suicidio es asesinato y el asesinato ése, sólo
ése... no prescribe nunca.
Eduardo Anguita
Y
Eduardo Anguita, que junto a Caparrós escribió el manual de tres tomos sobre
las atrocidades terroristas titulado La Voluntad, escribió en su revista sobre Garachico: "¿También
apropiador? Julio César Garachico (a) El Gordo fue señalado
además como participante del operativo realizado el 24 de noviembre de 1976 en
La Plata contra una casa operativa de Montoneros donde, entre otros militantes
muertos en esa ocasión, se encontraba Diana Teruggi, la nuera de la fundadora
de Abuelas de Plaza de Mayo Chicha Mariani. Diana estaba con su hija
de apenas dos meses, Clara Anahí, cuyo paradero se desconoce desde entonces.
Miradas al Sur pudo saber que la Justicia
sospecha que la participación de Garachico en ese episodio fue mucho más allá
del ataque contra la casa y que, hace poco más de un mes, el fiscal Hernán
Schapiro, de la Unidad Fiscal Federal sobre crímenes de lesa humanidad de La
Plata, realizó una presentación en el Juzgado de Corazza para que se compare el
ADN de una hija del ex policía con las muestras de familiares de desaparecidos
que se encuentran en el Banco Nacional de Datos Genéticos. Fuentes de la
Justicia Federal platense confirmaron a Miradas al Sur que se
sospecha que podría tratarse de Clara Anahí Mariani Teruggi, la nieta
que Chicha aún sigue buscando. Esta hija de Garachico tiene
aproximadamente la misma edad que tendría Clara Anahí, y fue anotada por el
policía como hija propia el 27 de enero de 1977.
Este dominical también pudo saber que en la Justicia
Federal de Mar del Plata, último domicilio de Garachico, se están dando los
primeros pasos de una investigación en ese mismo sentido. Fuentes judiciales
informaron a los autores de esta investigación que la Fiscalía marplatense
realizará en pocos días más una presentación similar a la de Schapiro en el
Juzgado Federal N° 3 de esa ciudad, a cargo de Santiago Inchausti.
Esta aparente superposición de presentaciones similares
en dos jurisdicciones diferentes no se debe a una falta de coordinación
judicial, sino a una razón concreta: conocida la inveterada costumbre de
Corazza de dormir las causas que le parecen más comprometidas, se pensó en
acudir, teniendo en cuenta que la radicación de Garachico en Mar del Plata
brindaba un motivo jurisdiccional, a otro Juzgado que podría actuar con mayor
celeridad.
Mientras todo esto ocurre, Julio César Garachico
(a) El Gordo hace ahora vida social con sus colegas genocidas
detenidos en Marcos Paz. Hubo que esperar casi tres décadas desde la
recuperación de la democracia para que esto ocurriera."
Éste
párrafo
que acabo de transcribir, fue publicado en la Revista Miradas al Sur. Y
es un claro ejemplo de cómo en Argentina manipulan y persiguen
políticamente las organizaciones de derechos humanos, aplicando un plan
sistemático para prevaricar... que ellos llaman: justicia
transicional.
De
todos
modos, ayer recibí la noticia que obviamente Eduardo Anguita nunca
publicará sobre el policía perseguido. La noticia la publicó la hija
de Garachino, Julia.
Julia Garachico informó: el JUZGADO 3 DE MAR DEL PLATA, que dos meses atrás la había sometido a UN ADN
ARGUMENTANDO "SERIAS DUDAS SOBRE su origen, corroboró que las muestras de ADN dieron NEGATIVO CON LA
COMPARATIVA DEL BANCO DE DATOS GENÉTICOS DE DESAPARECIDOS...
De
todos modos, como las organizaciones de derechos humanos en Argentina tienen un
plan perfectamente orquestado... a ésta y a otras muchas familias más, las perseguirán por los tiempos de los tiempos.
Y
si no lo entendemos y actuamos en consecuencia... seguiremos yendo de
visita a las cárceles de los Montoneros, tan solo a llevar facturas a
nuestros Presos Políticos
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