Tiroteos con muertos y heridos. Copamientos de edificios y comisarías.
Explosivos en la vía pública y francotiradores. Escasez de alimentos y
combustible en las protestas por el derrocamiento del gobernador de la
provincia, Obregón Cano
Durante
toda la madrugada del 3 de marzo de 1974 y días subsiguientes, el
centro de la ciudad y barrios aledaños fueron escenario de tiroteos
entre grupos antagónicos del peronismo. En algunos casos se trató de
francotiradores instalados en los techos de las casas y edificios y en
otros, intento de copamiento a locales como el de la Mesa Redonda
Peronista Permanente. En momentos en que Julio Antún y varios dirigentes
de su agrupación estaban reunidos intentó ingresar en dicha sede un
grupo contrario reconocido como “obregonistas”. Alertada la policía hubo
un prolongado intercambio de disparos con los atacantes.
La policía encontró improvisadas barricadas en numerosas esquinas de la ciudad.
Otro
tiroteo se registró frente al edificio donde funcional LV2 Radio La Voz
del Pueblo y se prolongó por varias horas mientras que en los comercios
del centro de la ciudad quedaron las evidencias del accionar de
francotiradores (vidrieras destrozadas, ráfagas de ametralladora sobre
mampostería y locales, proyectiles de FAL y 45, restos de vidrios) y de
los enfrentamientos que hubo durante la noche con la policía. También
fueron hostigadas a balazos por civiles armados las inmediaciones de LV3
Radio Córdoba.
Hubo
también un atentado terrorista contra el Comando de Tránsito y Caminera
de la policía local. Un auto pasó a toda velocidad frente al edificio y
desde su interior arrojaron una bomba que estalló provocando daños
materiales pero sin víctimas.
Por
esas horas fueron atacados, además, el edificio del diario “La Voz del
Interior”, la sucursal de la firma “Noel S.A.”, el palacio de Tribunales
y el auto particular del secretario de redacción del diario local
“Comercio y Justicia”. En los cuatro casos se trató de artefactos
explosivos que provocaron cuantiosos daños materiales.
Un
operativo policial practicado en el barrio San Vicente dio como
resultado el secuestro de un verdadero arsenal depositado en una
ambulancia junto con explosivos, municiones, cartuchos de escopeta, de
ametralladora y documentación referida a una organización extremista.
Fuentes policiales indicaron que parte del material encontrado habían
sido robadas en el asalto al Regimiento 141 de Comunicaciones, en el
Parque Sarmiento de esa ciudad. La ambulancia y una camioneta
estacionada en la casa allanada estaban equipadas con vidrios blindados y
accesorios técnicos para la lucha armada callejera.
En
la ciudad de Los Cocos, en el Valle de Punilla, un comando civil
intentó tomar la comisaría local y en el ataque resultó muerto un
policía.
Como
resultado de esos días de violencia seis fueron los muertos
registrados. Tras los episodios, la policía realizó varias detenciones y
secuestró trece bombas molotov. De las declaraciones de los detenidos
surgió un plan de otros atentados programados: colocar explosivos en una
estación de servicio y la toma simbólica del barrio Patricios donde
levantar barricadas, quemar cubiertas y provocar cortes de luz para
manifestar el desacuerdo por el movimiento que depuso al gobernador
provincial.
Los
detenidos confesaron haber recibido instrucción militar en terrenos
cercanos a La Cumbrecita que incluyeron ejercicios de combate y
adoctrinamiento político por parte de un miembro del ERP.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario