Batalla de Monte Chingolo
La Batalla de Monte Chingolo
En
ocasiones se ha intentado equiparar el intermitente accionar terrorista
en Europa con la prolongada guerra de guerrillas rurales y urbanas
librada en la Argentina durante la década del 70 y que a no dudar ha
configurado una verdadera guerra. Tal comparación (así como la de las
muy disímiles metodologías empleadas para enfrentar la agresión) queda
invalidada por las notorias diferencias cuantitativas y cualitativas
entre el esporádico terrorismo selectivo que, de tanto en tanto han
conmovido al Viejo Mundo y la ola de atentados que -durante largos años-
fue noticia habitual e inclusive cotidiana en las principales ciudades
argentinas, como también por la inexistencia en Europa de “zonas
dominadas” , en poder de fuerzas insurrectas, de ataques y tomas de
cuarteles u otras acciones de guerra abierta como las entonces
frecuentes en territorio argentino.
En
efecto, las dos mayores guerrillas de la Argentina -ERP y Montoneros,
cuyos despliegues y operaciones superaron al M-19 o Tupamaros y no han
sido igualados por “Sendero Luminoso”, u otros émulos- atacaron con
momentáneo Èxito cuarteles e instalaciones de las fuerzas legales
argentinas, desde la toma de comisarías o destacamentos policiales,
voladura de buques de guerra y aeronaves militares ("ARA, Santísima
Trinidad", Hércules C-130 en Tucumán, etc .), y de cuyo comentario esta
repleta esta página de La Década del 70, hasta el ataque de Monte
Chingolo, para terminar en este tipo de operaciones en el ataque al
Cuartel de La Tablada.
En la localidad de
Monte Chingolo, focalizada en jurisdicción de Bemal, al sur de la ciudad
de Buenos Aires, abarcando desde el Riachuelo hasta las afueras de La
Plata, a unos 70 km. de la Capital Federal, se libró una verdadera
batalla campal entre diversas unidades del ERP (Ejército Revolucionario
del Pueblo creado por el PRT en 1970) con refuerzos de Montoneros,
enfrentados por un conjunto de elementos de las fuerzas legales, al
intentar los primeros -en la víspera de nochebuena de 1975- el
copamiento, saqueo y destrucción del Batallón Depósito de Arsenales 601
allí existente.
A tales fines, el PRT -ERP
concentró en el conurbano bonaerense sus huestes más fogueadas,
convergiendo desde sus zonas de operaciones habituales el Batallón
Urbano "José de San Martín", la Compañía "Héroes de 1917", la Compañía
"Héroes de Trelew", la Compañía "Decididos de Córdoba" (autora del
ataque al Batallón de Comunicaciones 141) , la Compañía ."Combate de San
Lorenzo" ( exitosa en su incursión a la zona de cuarteles y Fábrica
Militar de esa localidad santafesina), algunos remanentes de la
aniquilada Compañía de Monte "Ramón Rosa Jiménez" (que había establecido
una Zona Dominada en Tucumán) y diversos Pelotones de Combate
autónomos, además de elementos Montoneros cuya participación fue
reconocida aunque nunca determinada con suficiente precisión en las
respectivas autocríticas publicadas. (Ver. 'El Combatiente", "Estrella
Roja" y "Evita Montonera" de enero de 1976.)
Para
crear focos de distracción y obstaculizar a las fuerzas que pudieran
acudir en auxilio del cuartel atacado, los mandos del E.R.P. coordinaron
la iniciación de varias acciones subsidiarias de distracción ( velo y
engaño), de apoyo y contención, que abarcaron desde el limite capitalino
en el Riachuelo hasta Gonnet y Arana en jurisdicción de La Plata,
produciendo el corte de los puentes Pueyrredón, Bosch, Victorino de la
Plaza, Uriburo y De La Noria, Así como barricadas y obstrucciones (ambas
con fuego de protección u hostigamiento) anulando el Camino de Cintura
sobre el Río Matanzas y diversas avenidas de Quilmes, Lomas de Zamora,
Pasco y varios tramos del camino General Belgrano. Evidentemente el
mayor énfasis en un absoluto control de rutas se centró en las vías de
aproximación y escape del cuartel atacado.
Aparte
de los incendios de establecimientos comerciales, barricadas con
transportes colectivos volcados y tiroteos mantenidos en todos esos
lugares, se hostigaron en forma sostenida los cuarteles del Regimiento 7
de Infantería en La Plata y de la Unidad Regional N° 2 de la Policía
provincial en Lanús, para inducir a error acerca del cual era el
objetivo principal de la acción emprendida.
En
este lugar, además de montar su dispositivo de control de intercepción
del tránsito en las vías de aproximación y de escape de Monte Chingolo,
elementos del PRT-ERP instalaron un puesto de observación frente al
acceso de la Unidad Militar, simulando atender una venta de pan dulce,
aprovechando la víspera de Noche.
El
ataque fue iniciado a las 18,50 horas de ese 23 de diciembre de 1975- en
que muchas vidas jóvenes, en ambos bandos, fueron tronchadas
prematuramente- cuando un conscripto de guardia, que había dado paso a
un proveedor se disponía a cerrar el portón de acceso.
Antes
de poder hacerlo, un camión pesado que se aproximaba al lugar efectuó
un brusco viraje y embistió el portón destrabado, abriendo violentamente
sus hojas e hiriendo de gravedad al conscripto. Tras ese primer
vehículo, irrumpieron al playón del cuartel otros nueve, que se
desplegaron en abanico con centro en la Guardia de la Unidad en un
frente de unos 250 metros.
Al comenzar el
despliegue de esa decena de camiones, el mismo soldado (luego
condecorado) apostado en la garita exterior, alcanzó a abrir fuego -pese
a sus heridas- contra uno de los vehículos que arremetía hacia la
antena de radio, obligándolo a desviarse e impidiendo que la Unidad
quedase incomunicada. Precisamente, la preservación de las
comunicaciones con el exterior dio lugar a diversos enfrentamiento entre
atacantes y defensores del cuartel, hallándose éstos muy disminuidos en
su dotación normal debido al franco navideño. Durante las dos horas y
media que duró el combate principal (no así los combates secundarios que
se prolongaron toda la noche), el conscripto radio operador no dejó de
transmitir, pese a la irrupción de atacantes dentro de su cabina.
Un
compañero suyo, operador de la central telefónica enfrentó a un
guerrillero en la puerta lateral de la cabina, abatiéndolo tras un
impreciso intercambio de disparos pero quedando él herido en un brazo.
En ese momento vio caer combatiendo en la otra entrada a otro conscripto
-Roberto Caballero, condecorado post mortem- mientras su matador se
disponía a atacar por detrás al operador de radio. Teniendo un brazo
inutilizado no pudo accionar su arma, pero logró desviar y derribar al
atacante ultimándolo a golpes con un martillo que halló a mano, según
consta en los fundamentos de las dos condecoraciones conferidas.
Dos
ulteriores intentos de derribar la antena de radio fueron frustrados
por el sargento ayudante Roque Carmelo Cisterna, muerto en combate,
cuando había inutilizado a dos vehículos de las fuerzas atacantes.
En
el local de la Guardia, otro sargento ayudante con unos pocos soldados
protagonizó una resistencia de dos horas y medias de un sostenido
ataque, siendo rescatados por sus camaradas de esa construcción en
ruinas.
Uno de esos conscriptos estando
preso por desertor, pidió un puesto en la lucha y se gano una
condecoración al arrastrarse al descubierto mas de un centenar de metros
bajo un intenso fuego, logrando recuperar la llave de un depósito caída
entre escombros. Esta oportuna acción permitió sostener la defensa del
local cuando estaba agotándose la provisión de munición y no se lograba
forzar o derribar la puerta de seguridad de su depósito.
En
momento dado los atacantes lograron prender fuego al local de la
guardia mediante granadas explosivas e incendiarias pero los defensores
lograron circunscribir los focos y rechazar un asalto en lucha cuerpo a
cuerpo.
En otro sector un grupo de
soldados al mando de un cabo sostuvo la defensa de la Compañía de
Servicios atacada durante dos horas y media por seis distintos grupos
motorizados. Por otra parte fue un escollo igualmente insalvable para el
copamiento de las instalaciones la defensa de la Compañía de Seguridad a
cargo de un Sargento Ayudante, un Cabo Primero, seis conscriptos y un
enfermero.
El abanico de vehículos
desplegado inicialmente por las fuerzas atacantes fue batido
personalmente -según consta en la información respectiva por el coronel
jefe de la Unidad invadida, secundado por su jefe de operaciones, otro
oficial presente ese día y un suboficial que acudió al fuego, hasta
pasadas las 21 horas.
Aparte de la decena
de camiones y piquetes de guerrilleros a píe ingresados por el frente,
otro grupo también motorizado había intentado otro ataque secundario por
los fondos del terreno para apoderarse de tos depósitos de arsenales y
robar su contenido, siendo rechazados por la guardia del “Puesto
Galpones”, con la pérdida casi total de sus hombres y vehículos.
A
todo esto, desde los primeros momentos ya convergían -librando combates
sucesivos y venciendo vallas u obstáculos diseminados en las
principales vías de acceso- un conjunto de fuerzas del Ejército, de la
Gendarmería Nacional, de las Policías Federal y Provincial, del Batallón
3 de Infantería de Marina (del cual murió el conscripto Enrique
Grimaldi) e inclusive cuatro máquinas de la Fuerza Aérea, habiéndose
denunciado en las primeras fases de la lucha tos repetidos sobrevuelos
de observación de un avión no identificado.
En
los numerosos enfrentamientos resultaron abatidos unos dos centenares
de guerrilleros, muchos de tos cuales se habían apropiado de vehículos
particulares y otros habían detenido, desalojado y abordado un tren del
Ferrocarril Belgrano en la barrera de la calle Pasco del trayecto de
Solano a Avellaneda. En dichos enfrentamientos subsidiarios, las fuerzas
legales también tuvieron numerosos muertos y heridos, entre los
primeros el capitán Luis María Petruzzi y el igualmente condecorado post
mortem Teniente Primero Spinazi, caído frente a sus hombres cuando
atacaba un contingente guerrillero en el puente sobre el Arroyo Las
PIEDRAS.
En esa víspera de Nochebuena
nadie pudo dormir en las populosas barriadas suburbanas entre Buenos
Aires y La Plata, donde la guerrilla urbana había erigido sus barricadas
y librado innumerables combates antes de emprender la retirada
mimetizados entre la población. En muchos casos, los pobladores
(mayoritariamente adictos al peronismo entonces gobernante y
desestabilizado por los guerrilleros ) denunciaban el paso o la
presencia de éstos a las fuerzas legales, produciéndose nuevos
enfrentamientos en las casas donde se habían ocultado.
Esta
verdadera batalla por su extensión e intensidad,- selló virtualmente la
extinción del PRT-ERP como fuerza irregular de gran magnitud, máxime al
caer abatidos medio año después -el 19 de julio de 1976 en un refugio,
de Florida (Panamericana y Avenida General Paz)- su fundador y jefe,
Roberto Mario Santucho (llamado "el Robby" o "Comandante Carlos”), su
compañera y sus principales colaboradores.
A
partir de entonces y por varios años más, el peso de la acción
guerrillera pro-marxista recayó en el Ejército Montonero (organización
castrista “entrista” (*) , en el peronismo, que luego combatiría en
Angola y en Nicaragua), en los maoístas del EPL (Ejército Popular de
Liberación creado por el PCML, Partido Comunista Marxista-Leninista) y
en los trotzkistas de las Brigadas Rojas formadas por la OCPO-FAL 22
(Organización Comunista Poder Obrero -Fuerzas Armadas de Liberación "22
de Agosto") presumiblemente extintas o, al menos inactivas en los
últimos años.
(*) El Término “entrismo”
identifica la acción de infiltrar cuadros de una tendencia política en
organizaciones de otra tendencia, con el fin de hacerlas girar en un
sentido diferente u opuesto al que originariamente respondían. Es una
técnica muy usada por las organizaciones marxistas. En la Argentina se
dio con respecto al peronismo, prácticamente desde su nacimiento
especialmente por su “llegada a las masas” que daban la espalda a los
grupos de izquierda. También fue intentado dentro de la Iglesia Católica
infiltrando con los llamados "sacerdotes tercermundistas" y
aprobechando y pretendiendo una incorrecta, inexacta y de hecho
contraria interpretación al verdadero sentido y espíritu evangélico y
del Concilio Vaticano II. Esta tendencia se agudizaría con el
surgimiento del castrismo que intentaría neutralizar, mediante ese y
otros métodos, el enorme vigor político y popular de Perón y su
movimiento.
Documento de la época sobre la batalla en Monte Chingolo
Carta de situación de la "Batalla Campal de Monte Chingolo"
La GUERRA que libró el país antes y durante la década del 70, encierra en su contenido la materialización doctrinaria en que se apoya la naturaleza de la GUERRA REVOLUCIONARIA mundial, que durante el siglo XX y en especial en su segunda mitad, azotó al mundo y en lo particular a nuestra República Argentina.
La GUERRA que libró el país antes y durante la década del 70, encierra en su contenido la materialización doctrinaria en que se apoya la naturaleza de la GUERRA REVOLUCIONARIA mundial, que durante el siglo XX y en especial en su segunda mitad, azotó al mundo y en lo particular a nuestra República Argentina.
Para poder
comprender porqué este proceso llega en su desarrollo a lo que se conoce
como "LA BATALLA DE MONTE CHINGOLO" resulta necesario conocer
sucintamente cuales son las etapas que engloban este acontecimiento,
partiendo de su naturaleza y de su objetivo fundamental, ya que ambas
cosas califican y centralizan toda la esencia de la lucha.
Su
naturaleza es esencialmente ideológica porque busca la conquista del
hombre a través de su mente. Su accionar esta dirigido a la conciencia y
a la moral del hombre a fin de afectar los principios que lo rigen,
para reemplazarlos por otros, acordes a su filosofía. El esfuerzo se
concentra en la estructura social (política, intelectual, económica,
religiosa, militar, etc.) teniendo en cuenta la acción multiplicadora
que los hechos pueden obtener.
Por ello,
la acción afecta todos los campos del quehacer nacional, no siendo su
neutralización y destrucción o desaparición una responsabilidad
exclusiva de las FF. AA., sino del país que es lo mismo que decir de la
sociedad toda.
El objetivo final de la Guerra es la toma del poder, mediante la sustitución del gobierno establecido.
Esta
forma la guerra, debe ser considerada como "un método y por lo tanto no
requiere causas", aunque si hay que considerar que existen
circunstancias que tornan favorable la aplicación de este método.
Esta
GUERRA se desarrolla a través de una serie de etapas, que en nuestro
país han quedado claramente evidenciadas y fundamentadas en la gran
cantidad de episodios producidos, los que se han ido desenvolviendo, no
solo en la faz doctrinaria, sino también bajo la capacidad intelectual y
por el "arte" que cada revolucionario puso de manifiesto.
Las etapas o fases, pueden sintetizarse en las siguientes:
FASE 1: CLANDESTINA.
El éxito de esta fase es vital para el desarrollo de las siguientes.
Tiene dos objetivos:
Organización y completamiento de cuadros.
Creación de una situación (ambiente) subversivo.
Caracterizada por: propaganda, agitación social, acciones rápidas pero siempre violentas.
Es la que se desarrolló desde su inicio hasta el 72/73. Avalada en ese último año por la presencia de un gobierno de corte netamente revolucionario.
El éxito de esta fase es vital para el desarrollo de las siguientes.
Tiene dos objetivos:
Organización y completamiento de cuadros.
Creación de una situación (ambiente) subversivo.
Caracterizada por: propaganda, agitación social, acciones rápidas pero siempre violentas.
Es la que se desarrolló desde su inicio hasta el 72/73. Avalada en ese último año por la presencia de un gobierno de corte netamente revolucionario.
FASE 2: "ABIERTA CON CREACIÓN DE ZONAS DOMINADAS"
Comienza a tener vigencia cuando los elementos revolucionarios se agrupan en bandas armadas para desarrollar acciones abiertas. El inicio de esta fase fue el máximo nivel alcanzado por el enemigo en nuestro país.
Tiene entre otros un objetivo principal y trascendente. Es el que los revolucionarios denominan "poder dual", o sea la existencia de órganos y formas de poder revolucionario que coexisten con las legales y disputan el poder.
A esta situación se llegó durante los años 73/74/75 (Operación Independencia).
Comienza a tener vigencia cuando los elementos revolucionarios se agrupan en bandas armadas para desarrollar acciones abiertas. El inicio de esta fase fue el máximo nivel alcanzado por el enemigo en nuestro país.
Tiene entre otros un objetivo principal y trascendente. Es el que los revolucionarios denominan "poder dual", o sea la existencia de órganos y formas de poder revolucionario que coexisten con las legales y disputan el poder.
A esta situación se llegó durante los años 73/74/75 (Operación Independencia).
FASE 3: ABIERTA CON ACCIÓN REVOLUCIONARIA GENERALIZADA.
Es la fase de la organización final de la revolución. Abarca el dominio de las estructuras políticas, económicas, sociales y militares.
Esta fase se inicia con una acción explosiva de "insurrección popular", complementada con lo que se llama el desarrollo de las "BATALLAS CAMPALES", donde los revolucionarios concentran la masa de su accionar sobre aquellos objetivos fundamentales del poder legal.
A esta situación se llegó cuando los revolucionarios lanzaron su ataque sobre el Batallón de Arsenales 601, en Monte Chingolo, complementado con una serie de acciones secundarias, el 23 de diciembre de 1975.
No voy a entrar en el análisis de detalle de este episodio, tal vez el mas importante, tanto para las Fuerzas Legales, cuyo resultado significó prácticamente la derrota final de los revolucionarios. Su desarrollo podrá ser encontrado el las páginas de la DÉCADA del 70.
Sin embargo, por la importancia de este acontecimiento, se presenta para una mayor claridad, la "CARTA DE SITUACIÓN DE LA BATALLA DE MONTE CHINGOLO".
Es la fase de la organización final de la revolución. Abarca el dominio de las estructuras políticas, económicas, sociales y militares.
Esta fase se inicia con una acción explosiva de "insurrección popular", complementada con lo que se llama el desarrollo de las "BATALLAS CAMPALES", donde los revolucionarios concentran la masa de su accionar sobre aquellos objetivos fundamentales del poder legal.
A esta situación se llegó cuando los revolucionarios lanzaron su ataque sobre el Batallón de Arsenales 601, en Monte Chingolo, complementado con una serie de acciones secundarias, el 23 de diciembre de 1975.
No voy a entrar en el análisis de detalle de este episodio, tal vez el mas importante, tanto para las Fuerzas Legales, cuyo resultado significó prácticamente la derrota final de los revolucionarios. Su desarrollo podrá ser encontrado el las páginas de la DÉCADA del 70.
Sin embargo, por la importancia de este acontecimiento, se presenta para una mayor claridad, la "CARTA DE SITUACIÓN DE LA BATALLA DE MONTE CHINGOLO".
EL
PRT – ERP Y MONTONEROS, concentraron sus efectivos mas fogueados
convergiendo sobre el conurbano bonaerense, desde sus zonas de
operaciones habituales.
P.R.T. – E.R.P. :
Batallón Urbano "José de San Martín".
Compañía "Héroes de 1917".
Compañía "Héroes de Trelew".
Compañía "Decididos de Córdoba".
Compañía "Combate de San Lorenzo".
Compañía de Monte "Ramón Rosa Jiménez".
Diversos pelotones urbanos de combate.
Batallón Urbano "José de San Martín".
Compañía "Héroes de 1917".
Compañía "Héroes de Trelew".
Compañía "Decididos de Córdoba".
Compañía "Combate de San Lorenzo".
Compañía de Monte "Ramón Rosa Jiménez".
Diversos pelotones urbanos de combate.
MONTONEROS:
Participaron efectivos de reconocida capacidad, que fueron publicados en la revista "El Combatiente", "Estrella Roja", y "Evita Montonera" (enero 1976).
Participaron efectivos de reconocida capacidad, que fueron publicados en la revista "El Combatiente", "Estrella Roja", y "Evita Montonera" (enero 1976).
FUERZAS LEGALES: Ver la carta de situación.
PRINCIPALES FOCOS DE LA BATALLA LIBRADA POR LAS FUERZAS IRREGULARES REVOLUCIONARIAS, CONTRA LAS FUERZAS LEGALES, LA NOCHE DEL 23/24 DE DICIEMBRE DE 1975. ( La carta excluye otras acciones periféricas de menor magnitud).
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