Hoy es la Festividad de la Virgen de la Merced, Generala del Ejército Argentino y Patrona y Redentora de los cautivos.
Por José Luis Milia
Es también el día en que al menos deberíamos obligarnos a dedicar unos minutos a pensar y rezar por aquellos que hoy pueblan los penales federales por haber combatido por nuestra libertad.
Y también pedirle a Dios Nuestro Señor que nos perdone por no agradecer su sacrificio en la guerra y haberlos olvidado en la Paz que ellos nos dieron.
Oración de los cautivos
¡Señor!, Tú sabes que nuestro cautiverio se debe a que, en cumplimiento de un juramento que prestamos ante Ti, fuimos a la guerra para defender a nuestra Patria.
Muchos pueden pensar que por esto, por ser cautivos, nos sobra tiempo para rezarte, Pero tu sabes Señor que en nuestro ser más profundo explota a cada instante la rebelión y aunque nos sobre el tiempo para rezarte, solo Tu sabes lo que le cuesta rezar a quienes la injusticia y la venganza han privado de la libertad.
Es difícil rezar, y Tú que nos conoces sabes cuanto cuesta creer cuando uno se siente abandonado por amigos, por camaradas, por aquellos que nos mandaron a cumplir nuestro juramento y nos olvidaron en su conveniencia.
Sé que nos comprendes porque desde Getsemaní al Gólgota también Tú supiste del dolor de la soledad, de los azotes que mordían tus carnes, de la burla y el dolor de la bofetada, el manto y la corona de espinas. Porque Tu también en la Cruz tuviste que gritar tu angustia, tu cólera, tu desilusión, tu amargura:
“Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?”
Quizás sea esta la única oración que podamos hacer.
A Ti Señor, Víctima Viva de todas las injusticias humanas, dirigimos nuestro grito. Humildemente te pedimos que los aceptes como oración de reconciliación para con los que nos persiguen, los que nos abandonaron y los que nos olvidaron.
AMEN
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