"NOTICIAS DE LA GUERRA QUE HOY CONTINUA"..."simbolo patrio pretendido por los terroristas asesinos esta manchado con sangre de victimas inocentes...

Los terroristas “desaparecidos” no merecen ser símbolo patrio – Por Nicolás Márquez

Por Nicolás Márquez

En reciente contubernio, la Cámara de Diputados de la Nación acaba de aprobar la media sanción de proyecto de ley que eleva a la categoría de “símbolo patrio” al pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo, que como se sabe, son las madres de los “desaparecidos” durante los años 70´. Pues bien, con motivo y ocasión de este renovado atentado al sentido común promovido por el régimen kirchnerista y apañado por sus indecorosos cómplices que hacen la parodia desde “la oposición”, vale la pena preguntarse: ¿quiénes fueron los desaparecidos, qué buscaban y qué métodos emplearon para alcanzar sus objetivos? La respuesta es simple, salvo injustas excepciones, fueron criminales que empuñaron las armas desde las filas del terrorismo y la guerrilla para imponer un totalitarismo comunista. ¿Su condición de delincuentes subversivos convalida el método empleado por los peronistas primero y los militares después para combatirlos? No, pero la condición de desaparecido no convierte al delincuente en inocente pasible de todo honor y toda gloria. Pero que estos fueron delincuentes que pretendieron imponer un sistema stalinista no lo decimos nosotros, sino los principales voceros y referentes de su causa.

Comencemos citando a Mario Firmenich, líder de Montoneros, que fuera la organización guerrillera más importante de la década:

“Habrá alguno que otro desaparecido que no tenía nada que ver pero la inmensa mayoría eran militantes y la inmensa mayoría eran montoneros . Yo sé como vivieron ellos. A mí me hubiera molestado muchísimo que mi muerte fuera utilizada en el sentido de que un pobrecito dirigente fue llevado a la muerte”[1].

Seguidamente cabe repasar lo confesado justamente por la Presidente de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini:

“Siempre pensé en mis hijos como guerrilleros y revolucionarios, con  un gran orgullo (…) No po­de­mos ne­gar que mu­chos de nues­tros hi­jos es­ta­ban en la re­vo­lu­ción ar­ma­da y me pa­re­ce sa­no que yo lo di­ga, hay al­gu­nos que lo nie­gan, por­que ca­da vez es­toy más con­ven­ci­da de que te­nían ra­zón. Ya vi otros mu­seos de los or­ga­nis­mos, y ahí no van a es­tar los FAL (fu­si­les) que usa­ban nues­tros hi­jos, ni las es­tra­te­gias que usa­ban cuan­do ellos qui­sie­ron ha­cer la re­vo­lu­ción. Siem­pre pen­sé en mis hi­jos co­mo gue­rri­lle­ros y re­vo­lu­cio­na­rios, con un gran or­gu­llo”[2].

Como es sabido, en 1985 se llevó adelante el juicio alfonsinista contra la Junta Militar, cuyo Magistrado emblemático del espectáculo fue el Dr. Gil Lavedra, quien concluye con lo siguiente:

“yo sinceramente creo que la mayoría de las víctimas de la represión ilegal eran militantes de la guerrilla”[3].

Empero, dentro del grupo de familiares de desaparecidos, la persona con mayor autoridad moral para opinar en la materia es el Dr. Alberto Molinas, puesto que es padre de 11 hijos, de los cuales 5 desaparecieron (la familia con mayor cantidad de desaparecidos de toda la década del ‘70) quien al respecto reconoce:

“Yo los eduqué dentro de los principios, pero les respeté la libertad. Cuando llega el momento de la guerrilla, el mayor me escribe una carta realmente sincera diciendo: papá, acá no queda más que la guerrilla. Y así, en un año, cinco de mis hijos dijeron lo mismo” ellos “eran Montoneros […] solía tener entrevistas clandestinas con ellos. Cuando la cosa se agravó al punto de ´matar o no matar´ les dije: ustedes tienen solamente un futuro: la muerte en cualquier momento.  Los cinco me dijeron ´Papá, nosotros lo hemos meditado y ya sabemos, pero estamos dispuestos a dar la vida…´ [...] Las Madres de Plaza de Mayo varias veces vinieron acá a decirme que yo tenía que ir al frente de todas las manifestaciones en Buenos Aires porque era un caso único. Les dije: No… yo tengo otra actitud, no voy a politizar… tampoco me gusta la actitud de Hebe de Bonafini que escondidita y hábilmente está haciendo surgir un sentimiento comunista puro”[4].

Sin embargo, es habitual que la secta derechohumanista distraiga el debate alegando que en verdad te mataban simplemente “por pensar distinto” y prueba de ello es que “también desaparecían periodistas” y seguidamente sindican como emblema y bandera a Rodolfo Walsh (que desapareció en 1977), sin aclarar que este personaje no desapareció por “periodista crítico” sino por ser el jefe de inteligencia del aparato terrorista montonero y por ende planificador de sus peores atentados. Para más datos, el mismísimo Gorriarán Merlo (jerarca emblemático del ERP) en sus memorias, respecto a los periodistas desaparecidos nos agrega el siguiente dato:

“También desapareció Cacho Perrota. Y el Negro Dermarchi -que era redactor de El Cronista Comercial y miembro del comité ejecutivo de la Asociación de Periodistas de Buenos Aires-, poco antes del secuestro de Cacho, había tenido que dejar el diario ante evidencias de que lo estaban siguiendo, supuestamente por su actividad sindical, pero en realidad por su actividad en el ERP. Porque si uno ve la lista de periodistas desaparecidos, el noventa por ciento estaban ligados con alguna organización revolucionaria. No los desaparecían por periodistas, sino que los desaparecían por revolucionarios”[5].

En síntesis, los voceros más emblemáticos de la causa de los “desaparecidos” reconocen que éstos eran guerrilleros y actuaban fusil en mano. ¿Y a cuánta gente asesinaron los desaparecidos a los que hoy el oficialismo y la complicidad opositora le rinde homenaje? 

"NOTICIAS DE LA GUERRA QUE HOY CONTINUA"..."El simbolo patrio pretendido por los terroristas asesinos esta manchado con sangre de victimas inocentes...manchado con la sangre de niños que ellos mismos asesinaron, manchado con la sangre de civiles que ellos mismos asesinaron, manchado con la sangre de hombres valientes de todas las fuerzas que ellos mismos asesinaron...Son culpables de delitos de Lesa Humanidad...Son culpables de mentir para lograr así una repugnante recompensa y una asquerosa venganza a la sombra de un gobierno complaciente...NOTA: nos permitimos recortar del relato de Marquez algunos pasajes para que no se pierda de vista el relato historico, por tal motivo pedimos las debidas DISCULPAS...Por la Verdad Historica...Por La Victoria Final...Tituado,comentado y publicado por Miguel...