"FIRMENICH MARIO EDUARDO"...TERRORISTA MONTONERO...ASESINO DEL PUEBLO ARGENTINO...(este asesino terrorista no es ningún ex terrorista, mas bien es un terrorista miserable e infame asesino de la población Argentina, niños, civiles y hombres valientes de todas las fuerzas, responsable absoluto de todas las matanzas realizadas por el terrorismo, principalmente por montoneros, donde el mismo se declaraba "comandante" ademas que de confesar públicamente el "secuetro, tortura y asesinato" junto con la asesina terrorista NORMA ARROSTITO y otros secuaces del "Teniente General Pedro Eugenio Aramburu")...RELATO DE BOCA DEL PROPIO TERRORISTA MARIO FIRMENICH:::
El Asesinato...del ("Teniente General Pedro Eugenio Aramburu".)
MARIO: Metimos a Aramburu en un dormitorio, y ahí mismo esa noche le iniciamos el juicio. Lo sentamos en una cama y Fernando le dijo:
-General Aramburu, usted está detenido por una organización revolucionaria peronista, que lo va a someter a juicio revolucionarlo.
Recién ahí pareció comprender. Pero lo único que dijo fue:
-Bueno.
Su actitud era serena. Si estaba nervioso, se dominaba. Fernando lo fotografió así, sentado en la cama, sin saco ni corbata, contra la pared desnuda. Pero las fotos no salieron porque se rompió el rollo en la primera vuelta.
Para el juicio se utilizo un grabador. Fue lento y fatigoso porque no queríamos presionarlo ni intimidarlo y el se atuvo a esa ventaja, demorando las respuestas a cada pregunta, contestando. "no sé", "de eso no me acuerdo", etc.
El primer cargo que le hicimos fue el fusilamiento del General Valle y los otros patriotas que se alzaron con él, el 9 de junio de 1956. Al principio pretendió negar. Dijo que cuando sucedió eso él estaba de viaje en Rosario. Le leímos sílaba a sílaba los decretos 10.363 y 10.364, firmados por él, condenando a muerte a los sublevados. Le leímos la crónica de los fusilamientos de civiles en Lanús y José León Suárez.
No tenía respuesta. Finalmente reconoció:
-Y bueno, nosotros hicimos una revolución, y cualquier revolución fusila a los contrarrevolucionarios.
Le leímos la conferencia de prensa en que el Almirante Rojas acusaba al general Valle y los suyos de marxistas y de amorales. Exclamó:
-Pero yo no he dicho eso!
Se le preguntó si de todos modos lo compartía. Dijo que no. Se le preguntó si estaba dispuesto a firmar eso. El rostro se le aclaró quizá porque pensó que la cosa terminaba ahí."Si era por esto, me lo hubieran pedido en mi casa", dijo, e inmediatamente firmó una declaración en que negaba haber difamado a Valle y los revolucionarios del 56. Esa declaración se mandó a los diarios, y creo que apareció publicada en Crónica.
El segundo punto del juicio a Aramburu versó sobre el golpe militar que él preparaba y del que nosotros teníamos pruebas, lo negó terminantemente, Cuando le dimos datos precisos sobre su enlace con un general en actividad, dijo que era "un simple amigo". Sobre esto, frente al grabador, fue imposible sacarle nada. Pero apenas se apagaba el grabador compartiendo con nosotros una comida o un descanso, admitía que la situación del régimen no daba para más, y que sólo un gobierno de transición -para el que él se consideraba capacitado para ejercer- podía salvar la situación. Su proyecto era, en definitiva, el proyecto del GAN, que luego impulsaría Lanusse: la integración pacifica del peronismo a los designios de las clases dominantes.
Es posible que las fechas se me confundan, porque los que llevamos el juicio adelante fuimos tres: Fernando, el otro compañero y yo. Ramus iba y venía continuamente a Buenos Aires. De todas manera yo creo que el tema de Evita surgió el segundo día del juicio, el 31 de mayo. Lo acusábamos, por supuesto, de haber robado el cadáver. Se paralizó. Por medio de morisquetas y gestos bruscos se negaba a hablar, exigiendo por señas qua apagáramos el grabador. Al fin, Fernando lo apagó.
-Sobre ese tema no puedo hablar, dijo Aramburu, -por un problema de honor. Lo único que puedo asegurarles es que ella tiene cristiana sepultura.
Insistimos en saber qué había ocurrido con el cadáver. Dijo que no se acordaba. Después intentó negociar: él se comprometía a hacer aparecer el cadáver en el momento oportuno, bajo palabra de honor.
Insistimos. Al fin dijo:
-Tendría que hacer memoria.
-Bueno, haga memoria.
Anochecía. Lo llevamos a otra habitación. Pidió papel y lápiz. Estuvo escribiendo antes de acostarse a dormir. A la mañana siguiente, cuando se despertó, pidió para ir al baño. Después encontramos algunos papelitos rotos, escritos con letra temblorosa. Volvimos a la habitación del juicio. Lo interrogamos sin grabador. A los tirones contó la historia verdadera: el cadáver de Eva Perón estaba en un cementerio de Roma, con nombre falso, bajo custodia del Vaticano. La documentación vinculada con el robo del cadáver estaba en una caja de seguridad del Banco Central a nombre del coronel Cabanillas. Más que eso no podía decir, porque su honor se lo impedía.
Sentencia y ejecución
Era ya la noche del 1ro. de junio. Le anunciamos que el Tribunal iba a deliberar. Desde ese momento no se le habló más. Lo atamos a la cama. Preguntó por qué. Le dijimos que no se preocupara. A la madrugada Fernando le comunicó la sentencia:
-General, el Tribunal lo ha sentenciado a la pena de muerte. Va a ser ejecutado en media hora.
Ensayó conmovernos. Habló de la sangre que nosotros, muchachos jóvenes, íbamos a derramar. Cuando pasó la media hora lo desamarramos, lo sentamos en la cama y le atamos las manos a la espalda. Pidió que le atáramos los cordones de los zapatos. Lo hicimos. Preguntó si se podía afeitar. Le dijimos que no había utensilios. Lo llevamos por el pasillo interno de la casa en dirección al sótano. Pidió un confesor. Le dijimos que no podíamos traer un confesor porque las rutas estaban controladas.
-Si no pueden traer un confesor -dijo-, ¿cómo van a sacar mi cadáver?
Avanzó dos o tres pasos más. ¿Qué va a pasar con mi familia? preguntó. Se le dijo que no había nada contra ella, que se le entregarían sus pertenencias.
El sótano era tan viejo como la casa, tenia setenta años. Lo habíamos usado la primera vez en febrero del 69, para enterrar los fusiles expropiados en el Tiro Federal de Córdoba. La escalera se bamboleaba. Tuve que adelantarme para ayudar su descenso.
-Ah, me van a matar en el sótano-, dijo. Bajamos. Le pusimos un pañuelo en la boca y lo colocamos contra la pared. El sótano era muy chico y la ejecución debía ser a pistola.
Fernando tomó sobre sí la tarea de ejecutarlo. Para él, el jefe debía asumir siempre la mayor responsabilidad. A mí me mandó arriba a golpear sobre una morsa con una llave, para disimular el ruido de los disparos.
-General -dijo Fernando-, vamos a proceder.
-Proceda -dijo Aramburu.
Fernando disparó la pistola 9 milímetros al pecho, Después hubo dos tiros de gracia, con la misma arma y uno con una 45. Fernando lo tapó con una manta. Nadie se animó a destaparlo mientras cavábamos el pozo en que íbamos a enterrarlo.
Después encontramos en el bolsillo de su saco lo que había estado escribiendo la noche del 31. Empezaba con un relato de su secuestro y terminaba con una exposición de su proyecto político. Describía a sus secuestradores como jóvenes peronistas bien intencionados pero equivocados. Eso confirmaba a su juicio, que si el país no tenía una salida institucional, el peronismo en pleno se volcaría a la lucha armada. La salida de Aramburu era una réplica exacta del GAN de Lanusse. Este manuscrito y el otro en que Aramburu negaba haber difamado a Valle, fueron capturados por la policía en el allanamiento a una quinta en González Catán. El gobierno de Lanusse no los dio a publicidad.Por La Verdad Histórica...Por La Victoria Final....Titulado comentado y publicado por M iguel...
Dura respuesta de la hija de Rucci a Firmenich
Claudia Rucci persigue judicialmente al ex jefe de Montoneros por el asesinato de su padre
Claudia Rucci propone “las autocríticas de todos”; sostiene que “el sectarismo genera revanchismo. El revanchismo genera odio. (Archivo)
La diputada nacional Claudia Rucci, hija de José Antonio Rucci, líder sindical asesinado por los Montoneros el 25 de setiembre de 1973, salió al cruce de las declaraciones que se conocieron ayer realizadas por el ex líder de Montoneros, Mario Eduardo Firmenich, quien se explayó sobre la situación económica argentina, el escenario previo al ballotage y su visión de que es necesario un gobierno de unidad nacional.
Rucci difundió su respuesta a las palabras de Firmenich y c0n severas críticas al ex guerrillero, a quien todavía persigue judicialmente por haber sido quien planeó el asesinato de su padre.
La respuesta de Claudia Rucci dice: Desde el exilio, el ex jefe Montonero Firmenich da consejos para salir de la crisis
"Curiosidades argentinas. En momentos que, junto a mi hermano, nos encontramos preparando una presentación ante el Juez Ariel Lijo solicitando su indagatoria como responsable principal del asesinato de mi padre, Firmenich sorprende a los argentinos desde un nuevo rol de político democrático, equilibrado, amante de la unión nacional y de la paz entre los argentinos".
"Curiosidades argentinas. Propone "las autocríticas de todos"; sostiene que "el sectarismo genera revanchismo. El revanchismo genera odio. Y el odio genera desintegración"; promueve la "unidad nacional" y plantea la necesidad de "una Argentina en paz".
"Curiosidades argentinas. Estoy de acuerdo con cada una de esas reflexiones y propuestas. Bienvenida la aceptación de la democracia como forma de vida. Bienvenida la crítica al sectarismo y al odio. Bienvenida la apelación a la paz y el rechazo implícito a los "fusiles como paridores de poder".
"Pero estoy convencida que la impunidad no contribuye a ninguna de esas propuestas. El ocultamiento o la deformación de la verdad tampoco. Y tengo la sensación que el respeto a la voluntad popular y la aceptación de la idea de que quienes ganaron las elecciones tienen derecho a gobernar llevando adelante las políticas que consideran correctas tiene, en estos momentos, una importancia enorme."
"Y Firmenich fue, en otra etapa de nuestra historia, un modelo de lo contrario. De no aceptar que quien habia ganado las elecciones legitimamente (del modo mas contundente que jamás se haya conocido) tenía el derecho (y el deber ¿por qué no?) de gobernar con un proyecto propio, "distinto al de Montoneros" como afirmó enojado en alguna oportunidad un ex subordinado de Firmenich."
"Y esa reivindicación del derecho de la secta por sobre el de la mayoría de los argentinos los llevó al crimen. Para "forzar ante el pueblo nuestras diferencias con Perón", sostuvo también el "ex subordinado"."
"Para forzar esas diferencias entonces, Firmenich asumió la conducción de los "enojados" y dio la orden. Y sus subordinados detectaron la escuela donde mi hermano y yo estudiábamos, nos esperaron, nos siguieron, detectaron nuestro domicilio y organizaron el asesinato del Secretario General de la CGT. Sabiendo que con esa decisión golpeaban duramente al presidente recientemente electo Perón, a los trabajadores, a la democracia argentina y a quienes solo 48 horas antes habían emitido su voto después de años de dictadura y proscripción."
"Pasó mucho tiempo desde entonces. La causa judicial sigue abierta y en nuestra condición de querellantes, junto a mi hermano, sostenemos que Mario Eduardo Firmenich es quien ordenó el asesinato de José Ignacio Rucci, como así también de cientos de argentinos."
"Hay una necesidad creciente en la sociedad de dejar atrás la soberbia, la incapacidad de reconocer errores, la hipocresía del relato que no coincide con los ejemplos. Además de justicia, se requiere autocrítica, humildad, pedir perdón a los argentinos por tanto sufrimiento."
"En mi opinión, son condiciones mínimas, indispensables, para hablar con autoridad de paz y de unión entre los argentinos."
CLAUDIA RUCCI
Claudia Rucci persigue judicialmente al ex jefe de Montoneros por el asesinato de su padre
Claudia Rucci propone “las autocríticas de todos”; sostiene que “el sectarismo genera revanchismo. El revanchismo genera odio. (Archivo)
La diputada nacional Claudia Rucci, hija de José Antonio Rucci, líder sindical asesinado por los Montoneros el 25 de setiembre de 1973, salió al cruce de las declaraciones que se conocieron ayer realizadas por el ex líder de Montoneros, Mario Eduardo Firmenich, quien se explayó sobre la situación económica argentina, el escenario previo al ballotage y su visión de que es necesario un gobierno de unidad nacional.
Rucci difundió su respuesta a las palabras de Firmenich y c0n severas críticas al ex guerrillero, a quien todavía persigue judicialmente por haber sido quien planeó el asesinato de su padre.
La respuesta de Claudia Rucci dice: Desde el exilio, el ex jefe Montonero Firmenich da consejos para salir de la crisis
"Curiosidades argentinas. En momentos que, junto a mi hermano, nos encontramos preparando una presentación ante el Juez Ariel Lijo solicitando su indagatoria como responsable principal del asesinato de mi padre, Firmenich sorprende a los argentinos desde un nuevo rol de político democrático, equilibrado, amante de la unión nacional y de la paz entre los argentinos".
"Curiosidades argentinas. Propone "las autocríticas de todos"; sostiene que "el sectarismo genera revanchismo. El revanchismo genera odio. Y el odio genera desintegración"; promueve la "unidad nacional" y plantea la necesidad de "una Argentina en paz".
"Curiosidades argentinas. Estoy de acuerdo con cada una de esas reflexiones y propuestas. Bienvenida la aceptación de la democracia como forma de vida. Bienvenida la crítica al sectarismo y al odio. Bienvenida la apelación a la paz y el rechazo implícito a los "fusiles como paridores de poder".
"Pero estoy convencida que la impunidad no contribuye a ninguna de esas propuestas. El ocultamiento o la deformación de la verdad tampoco. Y tengo la sensación que el respeto a la voluntad popular y la aceptación de la idea de que quienes ganaron las elecciones tienen derecho a gobernar llevando adelante las políticas que consideran correctas tiene, en estos momentos, una importancia enorme."
"Y Firmenich fue, en otra etapa de nuestra historia, un modelo de lo contrario. De no aceptar que quien habia ganado las elecciones legitimamente (del modo mas contundente que jamás se haya conocido) tenía el derecho (y el deber ¿por qué no?) de gobernar con un proyecto propio, "distinto al de Montoneros" como afirmó enojado en alguna oportunidad un ex subordinado de Firmenich."
"Y esa reivindicación del derecho de la secta por sobre el de la mayoría de los argentinos los llevó al crimen. Para "forzar ante el pueblo nuestras diferencias con Perón", sostuvo también el "ex subordinado"."
"Para forzar esas diferencias entonces, Firmenich asumió la conducción de los "enojados" y dio la orden. Y sus subordinados detectaron la escuela donde mi hermano y yo estudiábamos, nos esperaron, nos siguieron, detectaron nuestro domicilio y organizaron el asesinato del Secretario General de la CGT. Sabiendo que con esa decisión golpeaban duramente al presidente recientemente electo Perón, a los trabajadores, a la democracia argentina y a quienes solo 48 horas antes habían emitido su voto después de años de dictadura y proscripción."
"Pasó mucho tiempo desde entonces. La causa judicial sigue abierta y en nuestra condición de querellantes, junto a mi hermano, sostenemos que Mario Eduardo Firmenich es quien ordenó el asesinato de José Ignacio Rucci, como así también de cientos de argentinos."
"Hay una necesidad creciente en la sociedad de dejar atrás la soberbia, la incapacidad de reconocer errores, la hipocresía del relato que no coincide con los ejemplos. Además de justicia, se requiere autocrítica, humildad, pedir perdón a los argentinos por tanto sufrimiento."
"En mi opinión, son condiciones mínimas, indispensables, para hablar con autoridad de paz y de unión entre los argentinos."
CLAUDIA RUCCI
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