Fue una guerra.
Por Mauricio Ortín.
Por Mauricio Ortín.
En la sección Carta de Lectores
de El Tribuno del 26/01/2013, Oscar Torres, Néstor González y demás
firmantes me acusan de mentiroso y falaz por haber afirmado en este
mismo diario (art.“Con Cuba: las cosas por su nombre”) que, durante la
década del '70, en la Argentina, hubo una guerra.
También, me invitan a debatir
públicamente el tema. Al respecto, digo que acepto con todo gusto y que
elijo esta columna y este prestigioso diario para contestar.
Sostengo que “fue una guerra”
por donde se la mire y que la negación que se hizo de ella es la mentira
más grande jamás contada en la historia argentina.
La incorrección argumentativa
de los firmantes se revela en que pretenden corroborar la supuesta
veracidad de que “no fue una guerra” sirviéndose de la “falacia de la
autoridad” y no recurriendo a los hechos mismos.
En consecuencia, afirman que, “No fue una guerra”, porque así lo sentenciaron los jueces fulano y mengano que son los que saben.
Pero, también en lo que se
conoce como “El juicio a las Juntas” durante la presidencia de Raúl
Alfonsín, los jueces sentenciaron de que “fue una guerra
revolucionaria”.
¿Por qué se debe tomar como
palabra santa los fallos de “los Oyarbide y compañía” y no la de los ex
jueces Torlasco, Gil Lavedra, Arslanian, Valega Aráoz, Ledesma y
D'Alessio.
Si mañana un juez repite mil veces que “Evo Morales es rubio”; luego, Evo ¿es rubio?
Yo diría que no porque la
realidad, tozuda como ella sola, termina por imponerse. Y como lo mejor
es que hablen los hechos y no las interpretaciones, pasemos a éstos.
a) A principios de la década
del '70, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), por su
lado, y la Organización peronista “Montoneros” crearon, con el objeto de
tomar el poder a través del asalto por las armas e instaurar la
dictadura del proletariado, el Ejército Revolucionario del Pueblo y el
Ejército Montonero, respectivamente.
Las declaraciones de guerra al gobierno constitucional, como así
también el detalle de sus acciones bélicas, eran publicadas en sus
revistas y en entrevistas que concedían a distintos medios.
Con el encabezado de “Parte de
Guerra”, se reivindicaban secuestros extorsivos, homicidios, ataque a
cuarteles, toma de localidades, combates en el monte tucumano, “juicio” y
ejecución de traidores, robos, cárceles del pueblo, etc.
Poseían fábrica de armas, de
explosivos y recibían apoyo de organizaciones armadas de izquierda de
otros países (Tupamaros, el MIR chileno y la OLP de Yasser Arafat).
El gobierno cubano de Fidel Castro les proveyó de apoyo logístico y entrenamiento militar.
Ambas organizaciones, en forma
expresa, anunciaron a los cuatro vientos que estaban en guerra y que
dentro de ese contexto habría que explicar las decenas de miles de
atentados a la vida y la propiedad que cometieron.
Hasta ahí, los hechos. Ahora bien, si estos son tan contundentes cabe preguntarse:
¿Por qué se pretende negarlos con una interpretación “tirada de los pelos”? Si “no fue una guerra”, ¿qué fue, entonces?
Los soldados que matan en la guerra no son juzgados como asesinos;
luego, si “no fue una guerra” todos los que participaron (incluidos, las
autoridades democráticas que dieron la orden de defender el gobierno
constitucional), eran asesinos.
Las FFAA afirman que “fue una guerra”.
Otros, allegados a ERP y Montoneros, sostienen lo contrario.
Ahora bien, si no estaban en guerra, entonces, ¿por qué mataban?
Siguiendo esta interpretación, es necesario concluir que lo hacían porque eran delincuentes comunes.
Es decir, miserables y
degenerados asesinos seriales que se organizaron para matar, robar,
secuestrar y aterrorizar por pura perversión.
Conocí a algunos del ERP que murieron en manos del Ejército y puedo
atestiguar que eran buenas personas aunque totalmente turbadas por el
fundamentalismo marxista.
Estoy absolutamente persuadido
que no les hubiese gustado (porque, es injusto) que se los recuerde como
a abyectos criminales. Los sobrevivientes del ERP y Montoneros se
consideran ¿criminales comunes o combatientes de una guerra?
¿Por qué no le preguntan a
ellos por qué mataban soldados, sindicalistas, empresarios, políticos,
diplomáticos y ciudadanos de a pie?
Por último, dicen (los que
firman la carta) que “no fue una guerra” y que los que afirman lo
contrario (en este caso, yo) cometen “apología del delito”.
Si no se piensa como nosotros, entonces, ¬marche preso! ¬Linda y valiente forma de debatir! (aunque... un poquitín totalitaria).
“Reclamo de vosotros y en nombre de vuestros principios, la libertad que os niego en nombre de los que me son propios”.
Esta frase, atribuida a Luis
Veuilliot, expresa a la perfección lo que la izquierda autoritaria ha
venido realizando con los derechos humanos
Mauricio Ortin Profesor de Filosofía - UNSa
"LA GUERRA QUE MUCHOS NO QUIEREN RECONOCER"...Contra el terrorismo asesino de niños, asesinos de la población civil, asesinos de hombres valientes de todas las fuerzas...Una Guerra que se libró antes y despues de los años setenta...Hoy, esos asesinos terroristas claman por PLATA Y VENGANZA Una guerra donde los hijos del odio fueron derrotados en el campo de batalla...Sus crímenes son de Lesa Humanidad...Comentado y publicado por Miguel...
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